Dos diputados del PRI mueren asesinados en México en un violento fin de semana

Dos diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) han sido asesinados el pasado fin de semana en México, aunque la formación política, ganadora de las elecciones presidenciales, descarta que haya una intención política o una participación del crimen organizado en estos sucesos. Son en principio dos muertes más de una negra lista que ha dejado desde el viernes 30 víctimas de la violencia en todo el país.

La noche del viernes asesinaban junto a su casa en Ciudad Obregón al diputado local electo del Estado de Sonora Eduardo Castro Luque. Le dispararon desde una moto. En la mañana del domingo apuñalaban en Nezahualcóyotl, Estado de México, al diputado Jaime Serrano Cedillo, de 45 años y presidente del PRI en esa localidad situada a 20 kilómetros de la capital y conocida por ser uno de los puntos más conflictivos. Portavoces del PRI denunciaron los hechos pero aseguraron que no estaban relacionados entre si.

El presidente electo mexicano, el priista Enrique Peña Nieto, que ayer inició su primera gira latinoamericana, condenó los asesinato y dijo confiar en que «se aplicará todo el rigor de la ley a los responsables». También el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, dijo en que había «dado instrucciones al procurador Miguel Ángel Contreras para que investigue los hechos».

Pero como es casi habitual en ese país, la violencia de fin de semana se cobró más de 30 vidas, incluidas las de 17 personas que aparecieron en una carretera con señales de tortura, aunque en ese caso se busca a sicarios del crimen organizado.