MUNDO

Cuestinada la política de seguridad

La Casa Blanca rechaza que existiera una alarma suficiente para reforzar la protección de las legaciones diplomáticas en Libia

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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«Con todas sus agencias de inteligencia ¡Obama tenía que saberlo!», gritaba un manifestante enardecido en las calles de El Cairo. Irónicamente la ultraderecha estadounidense clamaba lo mismo, amparada por las informaciones publicadas en el mundo. Unos y otros hablaban de cosas diferentes. El joven de El Cairo entrevistado en la CNN cree que el gobierno de Obama debería haber impedido la producción y difusión de la supuesta película 'La inocencia de los musulmanes', que no es más que un burdo trailer subido a YouTube. Los conservadores estadounidenses, por su parte, deseosos de abrir brecha en la ventaja electoral del mandatario, claman que el gobierno fue informado de que se avecinaba un atentado contra una embajada pero no ordenó redoblar la seguridad.

A los primeros les respondió indirectamente Hillary Clinton durante la apertura de una reunión con su homólogo marroquí. «Dejadme decir muy claramente lo que espero que sea obvio: El Gobierno de EE UU no tiene absolutamente nada que ver con el contenido de ese vídeo. Rechazamos completamente su contenido y su mensaje». Clinton, que se siente responsable de la muerte del embajador Chris Stevens porque fue ella quien lo envió a Libia, también tenía emociones que comunicar, sin perder la mano firme. «Para mí, personalmente, este vídeo es deleznable y condenable. Parece tener un propósito profundamente cínico: denigrar a una gran religión y provocar la ira. Pero no es justificación alguna para que se responda a él con violencia».

La secretaria de Estado cree que «las grandes religiones del mundo son más fuertes que cualquier insulto», porque «han soportado ofensas durante siglos», insistió. «Contenerse de responder violentamente no es un signo de debilidad, sino de una fe inquebrantable». Clinton recordó que en su país, «por mucho que a la gente le cueste entenderlo, no se puede impedir que estos vídeos tan reprobables vean la luz del día», explicó. «En el mundo de hoy, con las tecnologías que tenemos, eso es imposible, pero incluso si no lo fuera nuestro país tiene una larga tradición de libertad de expresión que está consagrada en nuestra Constitución y en nuestras leyes».

La reacción en el mundo ha sido tan virulenta que Google ha decidido saltarse todas las normas para «restringir temporalmente el acceso del vídeo» en países con alta población musulmana,