La Reserva Federal comprará deuda para relanzar la economía de EE UU
Bernanke justifica las medidas de estímulo en la necesidad de combatir el desempleo en medio de unas perspectivas inciertas
WASHINGTON. Actualizado: GuardarLa Reserva Federal cumplió el guion que habían adelantado los expertos. Con el voto a favor de todos los miembros del comité, excepto el de Jefrrey Lacker, opuesto a la prolongación de este tipo de estímulos, el comité del banco central norteamericano acordó nuevas compras de deuda, anunció el mantenimiento de las operaciones que amplían el vencimiento de su cartera de valores y ratificó el compromiso de mantener los tipos de interés en un nivel «excepcionalmente bajo», entre el 0% y el 0,25%, hasta mediados de 2015.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, justificó las medidas con el argumento de que el desempleo es una «grave preocupación» y agregó que aunque la economía nacional parece estar «avanzando», las perspectivas siguen siendo «inciertas». El desempleo en EE UU se situó en agosto en el 8,1%, lo que significa que lleva ya 43 meses consecutivos por encima del 8%. La Fed espera que la tasa de desempleo finalice 2012 entre el 8% y el 8,2%, según las previsiones que acaba de dar a conocer. Bernanke avisó de que sus actuaciones no son la «panacea» y «no curan todas las enfermedades» de la economía por sí solas, por lo que los políticos tienen que llevar a cabo «las tareas que les corresponden».
Reconoció no obstante que la Fed no puede precipitarse a la hora de abandonar una política monetaria altamente acomodaticia y se comprometió a mantenerla hasta que la recuperación sea sostenible y permita la creación de empleo. Sin embargo, matizó que no se puede prolongar tampoco hasta que se logren todos los objetivos de su mandato, como el pleno empleo. En términos generales, se considera que una economía alcanza el pleno empleo cuando la tasa de paro se sitúa en el entorno del 5%.
Plazos más largos
La Reserva Federal reconoció que el momento económico no es especialmente propicio en el mundo desarrollado, porque las tensiones que se ponen de manifiesto en los mercados financieros globales implican «significativos riesgos a la baja» en las proyecciones macroeconómicas de Estados Unidos. Un crecimiento pausado no permitirá la necesaria recuperación del mercado de trabajo.
El comité del banco central norteamericano reiteró también que continuará hasta final de año, tal y como había anunciado en junio, su programa de intercambio de obligaciones del Tesoro de Estados Unidos para los bonos de plazo inferior a tres meses, mediante un plan de recompra por el mismo monto, destinado a títulos entre seis y 30 años. El objetivo de la bautizada como 'operación twist', es extender hacia el largo plazo la cartera de bonos del Tesoro estadounidense, y presionar a la baja los rendimientos de los periodos más largos.
Se trata del tercer programa de compra de bonos que la Reserva Federal pone en marcha desde que en 2008 se produjo la quiebra de Lehman Brothers, que desencadenó una crisis financiera sin precedentes en el mundo desarrollado.
En esta ocasión el comité ha acordado realizar compras adicionales de valores respaldados por hipotecas por 40.000 millones de dólares al mes. También se reinvertirán los beneficios obtenidos al vencimiento de los adquiridos con anterioridad, y la suma a añadir cada mes será de 85.000 millones de dólares.
El banco central norteamericano tiene encomendada, además de la estabilidad de precios, la misión de cooperar al crecimiento de la economía. Sus responsables consideran que, la expansión puede no ser lo suficientemente fuerte para generar una mejora sostenida de las condiciones en que operan las empresas ni, en consecuencia, el desarrollo del mercado laboral.
El precio del petróleo registró una fuerte subida en Nueva York, impulsado por el anuncio de nuevas medidas de estímulo y por la incertidumbre sobre los ataques contra las embajadas de Estados Unidos en Yemen y Egipto. El barril de crudo ligero Texas para entrega en octubre subió 1,30 dólares y cerró a 98,31 dólares.