Hincar los codos sale rentable
El Estado también sale ganando porque sus ciudadanos mejor formados pagan más impuestos y utilizan menos los subsidios Estudiar resulta más beneficioso para una persona que invertir en Bolsa
MADRID.Actualizado:«¿Merece la pena seguir estudiando?». Todo alumno se plantea en algún momento esta pregunta. Y según el informe 'Observatorio sobre Capital Humano', presentado ayer por BBVA Research, la respuesta es muy clara: sí. Un sí rotundamente, no solo para el propio estudiante, sino también para el Estado. Desde la perspectiva del alumno, el principal incentivo a la hora de continuar en las aulas es que quien más estudia consigue un mejor puesto de trabajo y, además, lo hace en menos tiempo. «Existe el problema de que la mayor parte de los alumnos españoles que podrían seguir con su carrera escolar desconoce los incentivos económicos que tiene un simple año más de estudio. En Estados Unidos los medios de comunicación siempre están recordando el beneficio de estudiar en Harvard o en Yale. Hay que poner en valor el hecho de acabar el ciclo formativo», argumenta el científico titular del Instituto de Análisis Económico del CSIC, Ángel de la Fuente, autor del estudio junto a Juan Francisco Jimeno, jefe de Investigación del Banco de España.
El estudio intenta cuantificar si permanecer en las aulas -con el consiguiente gasto que para el alumno y el Estado significa- compensa las expectativas de futuro que se crean con un año adicional de estudios. Por eso, este supuesto beneficio se compara con el 3,2% de ganancia que obtuvo una persona por comprar acciones y bonos del Estado durante la última mitad del siglo pasado. Y el resultado no deja lugar a dudas: la rentabilidad de seguir estudiando estaría de 1 a 4 puntos porcentuales (dependiendo del nivel de estudios) por encima de este dato. Es decir, según el informe, estudiar es más rentable que invertir en Bolsa.
Lo mejor de todo es que el Estado también gana. El estudiante optará a mejores puestos de trabajo y en cuanto se incorpore al mercado laboral, sus ingresos tributarios serán mayores. Además, previsiblemente, tendrá mayor estabilidad laboral, por lo que se reducirá el gasto en prestaciones de desempleo.
El informe también valora la cantidad del gasto que recupera el sector público a través de las ganancias inducidas en ingresos fiscales netos. De la Fuente explica que recupera desde un 30% en secundaria hasta un 90% del coste de una plaza universitaria de primer ciclo. «Estos datos serían aún más favorable si no tuviésemos las tasas de fracaso escolar actuales», asegura De la Fuente. Y es que ese parece ser el actual caballo de batalla de la educación en España. El estudio de la OCDE 'Panorama de la Educación 2012' ya puso el pasado martes a España a la cabeza de la lista de países con más 'ni-nis' -jóvenes entre 15 y 29 años que ni estudian ni trabajan-, con un 24,7%. Tasa que según el ministro de Educación, José Ignacio Wert, «hace más necesaria la reforma educativa» en la que está trabajando el Gobierno, como dijo ayer en el Congreso de los Diputados. El 'Observatorio sobre Capital Humano' va en la misma línea y apunta que el fracaso escolar supone hasta un 60% del gasto que el Estado invierte en Educación. «A pesar de tener niveles bastante aceptables en rentabilidad, las actuales tasas de fracaso escolar nos impiden obtener mayores beneficios. De hecho, si no hubiera fracaso escolar, la universidad sería un excelente negocio para el sector público español, puesto que después volvería más dinero a través de mayores impuestos de los que cuesta la plaza escolar», asevera el investigador del CSIC.
De la Fuente es rotundo en sus conclusiones: «Lo mejor que puede hacer un chaval de 17 años es seguir estudiando; y si no tuviésemos esta terrible tasa de fracaso escolar, el impacto de la crisis habría sido menor, sobre todo en el aspecto del empleo».