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Enrique Peña Nieto. :: EFE
MUNDO

Peña Nieto ultima su primera gira por América Latina como presidente electo de México

M. LÓPEZ DE GUEREÑO
LA HABANA.Actualizado:

Enrique Peña Nieto no ha perdido el tiempo desde que el Tribunal Federal Electoral (Trife) lo nominó como presidente electo de México a comienzos de mes tras ganar las elecciones celebradas el pasado 1 de julio. La semana pasada proponía a los senadores del Partido Revolucionario Internacional (PRI) tramitar una reforma constitucional en aras de mejorar la transparencia. Mientras tanto, ultima los detalles de su primera gira internacional; en realidad un viaje de presentación a los gobernantes de la región, quienes serán sus pares una vez que asuma el poder el primer día de diciembre. Este primer viaje le llevará a Guatemala, Colombia, Brasil, Chile, Argentina y Perú.

El hombre que le ha puesto un rostro nuevo al viejo PRI, se apresta a abrir a sus seguidores las puertas de Los Pinos, sede del Gobierno, tras doce años de mandato de Felipe Calderón -el último presidente del Partido de Acción Nacional, PAN-. Un traspaso de poderes que se prepara sin sobresaltos de ningún tipo. Peña Nieto ha tenido un regalo agradable porque el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) adelantó que no torpedeará la ceremonia de investidura porque, según su presidente Jesús Zambrano, aspiran a tener un papel institucional en el Congreso ahora que son la segunda mayoría.

Claro que para ello ha tenido que dejar sus filas quien fue su abanderado en las presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, 'Amlo', quien dijo que se iba sin rencores para dirigir el Movimiento de Reformación Nacional (Morena). Sin embargo, Zambrano sostiene que «no hay crisis» por la salida de Obrador. «Vamos a seguir trabajando para alcanzar una unidad, y en lo que corresponde al PRD, vamos a buscar fortalecerlo, renovarlo, enriquecerlo con las nuevas propuestas que estamos construyendo», señaló.

Mientras, Peña Nieto sigue con sus planes para sustituir a Felipe Calderón. Ha prometido reducir la pobreza que padecen 52 millones de mexicanos y aumentar el crecimiento por encima del 2,4% del PIB impulsando reformas estructurales como la fiscal, la energética, la laboral y la de seguridad. Ante empresarios y políticos, Peña dijo que su principal reto es generar un millón de empleos al año, impulsando mecanismos para que las familias se incorporen en actividades productivas y recuperar el liderazgo de México en el mundo. «Un presidente no tiene amigos; el único interés es el avance de la República», dijo.