La lúcida maestría de Gyenes
Notario de su época, del rey abajo retrató a todo el quién es quién en la España de la segunda mitad del siglo XX
MADRID Actualizado: GuardarRealizó la primera fotografía oficial de los reyes en 1976. Hizo el retrato de Franco que se reprodujo en millones de sellos de correos desde los años cincuenta sin ser el fotógrafo de cabecera el dictador. Retrató a lo más granado de la aristocracia española, a bailaoras y toreros, premios Nobel, músicos, políticos, escritores, a las grandes estrellas del cine que nos visitaron, y a muchos ciudadanos de a pie de la España de la segunda mitad del siglo XX. Juan Gyenes (1912-1995), magistral y lúcido fotógrafo de origen húngaro, fue uno de los mejores notarios de la realidad y la sociedad española de su tiempo. Del rey abajo, ante su cámara pasó y posó el completo quién es quién de su época. Maestro del retrato, realizó más de un millón de negativos, en su mayor parte hoy en poder del Estado y depositados en la Biblioteca Nacional (BNE), que se anticipa con la exposición 'Juan Gynes. Maestro fotógrafo' al centenario de su nacimiento, que se cumple el próximo 21 de octubre.
La muestra se abre con una imagen de Juan Gyenes que el entonces príncipe Juan Carlos tomo del fotógrafo en 1968. Recorre a través de 150 instantáneas la vida y el legado de uno de los grandes fotógrafos españoles. Un artista dividido entre su estudio y su trabajo de calle, que documentó con tanto cariño como buen oficio, casi siempre en blanco y negro, la España en la que quiso vivir este hijo de un violinista húngaro que huyó de su país ante el ascenso del terror nazi. Un gran fotógrafo que quiso ser músico y cuya máxima fue "ver con los oídos y oír con los ojos".
La exposición se articula en cinco apartados: sus icónicas fotos de estudio, las más famosas; su álbum personal; los retratos menos conocidos; artes escénicas, con imágenes vinculadas a la danza, el teatro y la música, y las rarezas, las fotos que ayudan a explicar la evolución de un artista que se miraba en Velázquez, Rembrandt y Vermeer y que nunca antes se han exhibido.
Mirar el alma
Nacido en Hungría y formado en Budapest, pasó por París y El Cairo antes de recalar en España en 1940. Se quedó para siempre. Amó y retrató a su país de adopción más preocupado por la luz que por las ideologías. Interesado por todas las manifestaciones artísticas de lo español, las documentó de manera extensa. Sus fotos de danza, teatro, música o pintura contribuyeron a la difusión y puesta en valor del patrimonio cultural y la marca España.
Unas imágenes que certifican su admiración por Velázquez en pintura y Edward Steichen o Yousuf Karsh en fotografía. Pero también por el talento de bailaores como Carmen Amaya o Antonio (Ruiz Soler), pintores como Pablo Picasso o Salvador Dalí, científicos como Severo Ochoa y Gregorio Marañón, toreros como Juan Belmonte, músicos como Andrés Segovia y Arthur Rubinstein y autores como Jacinto Benavente o Buero Vallejo. La duquesa de Alba fue modelo habitual de Gyenes que retrató a los Franco, a los duques de Windsor, a Garce Kelly, Marlene Dietrich, Sofía Loren, Omar Shariff, María Félix, Concha Piquer, Julio Iglesias, Mingote, Chicote, Isidoro Álvarez, Monserrat Caballé, Plácido Domingo y la saga completa de los Dominguín-Bosé. "Retrato a los hombres como son y la mujeres como les gustaría ser" aseguraba Gyenes, que se sentía más seguro en su estudio. "Necesito crear mi propio ambiente en el estudio, para captar el alma dentro del cuerpo. Ahí está el secreto. En hacer visible lo invisible".
El escritor y periodista Fernando Olmeda es el biógrafo de Gyenes y comisario de una exposición que quiere situar al fotógrafo "en el lugar preferente que merece en la historia de la fotografía" Fue un capacitado profesional y un "testigo privilegiado de nuestra historia que dejó para la posteridad una espléndida colección de retratos de las grandes personalidades de la vida social y artística".
Sus fotografías, ejecutadas con impecable eficacia y admiración respetuosa hacia sus modelos y su tierra de adopción y son para el comisario "la memoria objetiva y elegante del país en el que halló la inspiración y la gloria". Siempre reconocibles por su original firma, alcanzaron gran difusión y un significativo carácter icónico, solo al alcance de unos pocos.
El nombramiento como miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando significó para Gyenes el reconocimiento institucional de su aportación a la fotografía española y la materialización de un sueño por el que siempre luchó, la consideración de fotografía como arte.
Más reconocido que conocido
La exposición permite descubrir las facetas menos conocidas de su trabajo, como la fotografía publicitaria o la edición de libros. Incluye imágenes inéditas de su fondo, adquirido por el Estado en 1998 y disponible para la consulta pública en la BNE. No falta una amplia selección de objetos personales que permiten dibujar el perfil completo de uno de los grandes de la fotografía contemporánea, un observador avisado, inteligente, sensible y sutil.
Sus cámaras y utensilios personales, archivos manuscritos y audiovisuales, cartas, condecoraciones y una reproducción parcial de su abigarrado estudio en la madrileña Gran Vía completan el repaso a la vida y la obra de un fotógrafo quizá más reconocido que conocido. Su hija Irenka, guardiana de su legado, recodó hoy como su padre "trabajó hasta el final e hizo fotos hasta diez días antes de su muerte". Gran viajero, hblaba cinco idiomas y «recorrió casi todo el mundo, menos Rusia, donde se negó a ir por la evasión de Hungría".