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Una cadena de atentados sacude Irak
El Gobierno culpa a Al-Qaida de la muerte de 62 personas en once ciudades diferentes y pone en entredicho la capacidad del Gobierno
Actualizado: GuardarEl terrorismo no ha dejado de ser una constante en Irak, pero desde la retirada de las tropas estadounidenses, el pasado diciembre, se ha registrado un repunte de la violencia. Ayer, una cadena de atentados y ataques armados sacudió de nuevo el país y dejó al menos 62 muertos en once ciudades diferentes. Un suceso que volvió a poner en entredicho la capacidad militar iraquí y minó más aún la fortaleza de su Gobierno.
Una doble explosión acabó con la vida de quince personas y dejó medio centenar de heridos en Amarah, localidad situada a orillas del río Tigris y cerca de la frontera iraní. Los insurgentes detonaron un coche bomba cerca de una mezquita chií y cuando las fuerzas de seguridad acudieron al lugar explotó otro explosivo.
Los terroristas se cebaron especialmente con Kirkuk, en el noreste de Irak, donde se registraron cuatro atentados. El más grave sucedió en un centro de reclutamiento de la Policía y causó la muerte a ocho personas, la mayoría de rama suní del Islam, que hacían cola para solicitar un puesto de trabajo de vigilante en una empresa petrolera. En el campus universitario otra deflagración dejó siete muertos.
De momento, nadie se ha atribuido la autoría de los atentados. La heterogeneidad de los objetivos y la organización de los ataques ha provocado que el Gobierno culpe a la delegación iraquí de la banda terrorista Al-Qaida.
A estas explosiones se suma un ataque armado, que causó la muerte de once personas en Balad, una localidad de la periferia de Bagdad. Justo antes del amanecer, los insurgentes atacaron un puesto de control militar y usaron armas con silenciador. Cuando las fuerzas de seguridad llegaron a la zona estallaron varios artefactos.
Ataque a Francia
Pero los extranjeros también fueron ayer objetivo de los terroristas. En Nasiriya, en el sur del país, dos deflagraciones dañaron un hotel y el Consulado de Francia. El Ministerio de Asuntos Exteriores galo condenó el suceso y lamentó la muerte de transeúnte que se dirigía a la legación.
Además, también se registraron explosiones en Diyala, Ninive, Salahedín, Basora, Zi Qar y Bagdad con al menos 17 fallecidos y 73 heridos.
Esta ola de atentados coincide con el anuncio de la sentencia contra Tarek al-Hashemi, antiguo vicepresidente del país y que ahora se encuentra exiliado en Estambul (Turquía). El Tribunal Supremo iraquí condenó a pena de muerte por su supuesta participación en actos terroristas contra la abogada Suhad el-Obeidi, un agente de policía y una mujer. Al-Hashemi acusa al primer ministro, Nuri al-Maliki, de haber fabricado esas acusaciones en su contra para apartarlo del tablero político.