«Nuestro principal patrimonio es nuestro personal docente»
Cristina Saucedo, Delegada de Educación, Cultura y Deporte, es la nueva responsable de que todo funcione en los colegios de la provincia apuesta por buscar fórmulas para implicar a los padres en el día a día escolar
CÁDIZActualizado:Llegó oficialmente al cargo el 31 de julio, cuando se anunció en el BOJA su nombramiento como delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. A sus 34 años, está curtida tanto en la Educación (es orientadora de Secundaria) como en la política (ha sido concejal de Juventud en Chiclana y directora general del Instituto de la Mujer), facetas que se unen ahora en su nuevo cometido en la Delegación.
–¿Cómo se está viviendo este inicio de curso tan marcado por la crisis?
–Pues con normalidad, pese a los ajustes que se han tenido que hacer. Hasta que no se abra la bolsa de Secundaria no sabremos cuántos profesores se van a quedar fuera, pero vamos a intentar que sean los menos posibles. La estimación es que en la provincia sean unos 400 docentes.
–Muchos padres se preocupan por si estos ajustes afectarán a las clases de apoyo y a las sustituciones, ¿qué se les puede responder?
–Pues es cierto que antes las bajas se cubrían a partir del tercer día y que ahora el plazo se amplía hasta los diez, que en la práctica son 15. Eso está establecido por el decreto Wert en Educación y que la Junta ha recurrido. Con respecto a la primera cuestión, vamos a mantener el compromiso de las clases de apoyo y de refuerzo a todos los niños y niñas. Entendemos que para los niños que pueden tener un retraso en un momento puntual, el programa de apoyo es fundamental para evitar el fracaso escolar.
–El mundo de la enseñanza no le pilla de nuevas. ¿Es muy distinto como se ve el trabajo desde el puesto de orientadora al de delegada?
–Es muy diferente. Cuando se está en el centro o en un departamento de orientación se va más a lo concreto. Antes, el ámbito de actuación lo tenía mucho más restringido y se precisaba mucho la colaboración tanto del profesorado como de los padres. Ahora, aunque también hay que contar con ellos, hay que pensar más en global porque de ti depende mucha toma de decisiones. Pero sí puedo decir que, sobre todo, me siento profesora, y por eso quiero hacerlo mejor posible. Tener la perspectiva previa de ser docente es muy enriquecedor a la hora de ejercer de delegado.
–Desde todos los ámbitos se insiste mucho en que hay que conseguir una mayor implicación de los padres en el día a día de los colegios, ¿cómo se puede lograr esa implicación?
–Es una pregunta muy complicada. Los padres, conforme los hijos se hacen mayores, van participando menos en los centros. El objetivo fundamental es concienciar a los padres de que deben implicarse en todas las etapas, no solo al principio. Máxime cuando en la adolescencia se producen tantas tomas de decisiones importantes. Pero también es verdad que hay que dotarlos de más herramientas para que actúen. Ahí todas las administraciones tenemos que estar implicados, y contar con el apoyo de las concejalías de Educación de los Ayuntamientos. La participación de los padres es fundamental, son el principal referente de los chicos.
–Respecto al consabido asunto del fraude en las matriculaciones, ¿qué postura va a mantener la Junta?
–Los padres debemos transmitir un mensaje ético y cívico. El fin no justifica los medios. Todo está tan reglamentado y los criterios de admisión son tan claros que vamos a obligar a que se cumplan. Desde la Junta no vamos a permitir este fraude, de lo contrario estaríamos prevaricando.
–El colectivo que más ha sufrido los efectos de la crisis, en el mundo de la enseñanza, ha sido el profesorado.
–Creo que desde todas las administraciones tenemos que trabajar por dignificar más su figura. No exagero si digo que el principal patrimonio que tenemos en Educación es nuestro magnífico personal docente.
–¿No cree que se le ha criticado en exceso en los últimos tiempos?
–Sí, y medidas como la de aumentarle el número de horas lectivas por ley parece incidir en el mensaje de que «no trabajan lo suficiente», algo que es una falacia porque, a las horas de clase hay que unirle las de preparar las materias, la corrección de exámenes y ejercicios, la atención a los padres de los alumnos, las reuniones de coordinación y orientación... No es solo las horas que se están en el centro, el trabajo va mucho más allá. Uno de mis objetivos es dignificar la figura del profesor.
–Pese a la crisis, la Delegación no ha rebajado las becas y ayudas.
–Es que éstas son fundamentales para lograr una igualdad real, en la que todos puedan estudiar. No podemos desperdiciar el talento si queremos que Andalucía siga progresando. En tiempos de crisis, es más importante que nunca educar, orientar y formar a los jóvenes.
–¿Cree que la educación pública goza de buena salud hoy en día en la provincia?
–Sin duda. La apuesta de la Administración por la educación pública es total, y eso se refleja en que el 79% de los alumnos de la provincia están matriculados en centros públicos y un 17,9% lo está en centros concertados; es decir, mantenidos con dinero público. Los padres han percibido que la educación pública tiene una magnífica red de recursos que hacen que, de cara al futuro, los alumnos están igual de preparados que los de una escuela privada.