Consejos para una vuelta al cole feliz
El regreso de los niños a las clases es más fácil si se siguen una serie de pautas
CÁDIZ Actualizado: GuardarLlega septiembre y con él se acaban los días de sol y playa para los pequeños de la casa. Miles de alumnos regresan mañana al colegio. Un vuelta a la rutina que en muchos casos puede hacerse cuesta arriba para los padres. Aspectos comunes en este cambio como los llantos, el desasosiego o falta de motivación, que pueden superarse si se siguen unos consejos para conseguir que el timbre que anuncia el fin del recreo estival no supongo una tragedia para los niños.
Adelantar el despertador
El sonido del despertador es la señal más clara de la vuelta a la rutina tras las vacaciones para adultos y pequeños. Por ello, su timbre no supone un cambio tan radical en el reloj biológico si el madrugador se acostumbra a él durante los días previos a la vuelta al cole. Es beneficioso para los niños levantarse más temprano una o dos semanas antes de su regreso a las clases. Evidentemente, esto implica irse a la cama antes.
Marcar la ruta
Muchos niños experimentan por primera vez el desafío de ir solos a clase. Un reto que es más fácil si realizan el recorrido junto a sus padres los días previos. Otra opción es descargarse el mapa por internet y que los pequeños dibujen su ruta. Esta práctica les permite adquirir madurez mientras se divierten. Para muchos padres es un momento muy duro, pero terminarán agradeciendo el ahorro en tiempo.
Buena alimentación
Los horarios lectivos obligan a los niños a realizar comidas durante el tiempo que pasan en el colegio. Una situación que da más de un quebradero de cabeza a los padres, ya que muchos bocadillos terminan en la basura o en el estómago del compañero de pupitre al no satisfacer las expectativas de su propietario. Ante esto, es mejor elaborar una lista de diez a 20 alimentos nutritivos que el pequeño esté dispuesto a comer. No obstante, siempre combinando sus gustos con alternativas saludables. Esta rutina alimentaria debe mantenerse en la hora de la merienda, aunque esta se haga en casa.
Calendario de color
Diez meses al año es el tiempo que los pequeños dedican a superar el curso escolar. Una solución para quitar gravedad a este calendario es darle color a las fechas señaladas. Vacaciones de Navidad, Semana Santa, fiestas locales o grandes eventos educativos, como el día de la representación de final de curso. Lo ideal es darle a cada fecha un tono diferente. De esta forma, se acentúa la motivación de los pequeños que pasan a ver su rutina en una paleta de color.
Fuera de red
Es común que durante el periodo estival los niños hagan más uso de las redes sociales y se lleven más horas frente al televisor. Una costumbres que deben disminuir su tiempo de dedicación de cara a que el rendimiento escolar sea óptimo. Es bueno que los padres fijen con sus hijos una serie de normas para que ambas partes queden contentas y la reducción de horario de ocio sea menos dolorosa.
La criba del armario
Con el mes de septiembre llegan grandes cambios a la vida familiar que no solo afectan a su rutina, sino también a la economía de los hogares. El otoño trae la muda de armario. Los bañadores y toallas dejan paso a uniformes y mochilas. Así que, toca limpieza de cajones. De esta forma, los niños aprenden a qué es lo imprescindible y de paso, si alguna prenda se les ha quedado pequeña, pueden donarla algún primo o hermano, acción que resalta la importancia de compartir.
Conocer al maestro
El diálogo es una parte fundamental de la educación de los niños. Cuando empieza el curso conocen por primera vez a profesores que les marcarán una serie de reglas a seguir. Unos desconocidos que con los años se convertirán en referentes. Por esta razón, es imprescindible que padres y docentes mantengan una relación cercana. Es una forma de evitar posibles conflictos durante el curso, ya que muchas veces la palabra del profesor y la del alumno se contradicen y es importante que los padres tomen cartas en el asunto.
Un lugar para estudiar
El hecho de cercar a un solo espacio el lugar de los deberes acelera la concienciación infantil de que existe un