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ESPAÑA

Rubalcaba anuncia «un tiempo nuevo» de oposición sin pactos con Rajoy

Sostiene que el comité federal del PSOE brindó un apoyo «amplísimo» a su gestión al frente del partido

RAMÓN GORRIARÁN
MADRID.Actualizado:

Alfredo Pérez Rubalcaba anunció que el PSOE entra en «un tiempo nuevo» de oposición al Gobierno porque el tiempo para alcanzar pactos se ha agotado. Advirtió, no obstante, que no será «durísima» porque aunque «la deerecha» se merezca una confrontación sin cuartel, «España, no». El líder socialista recibió, según sus palabras, un «amplísimo» aval del comité federal del partido a su gestión; impresión corroborada por otros dirigentes que intervinieron en la reunión, en la que solo hubo «matices» a la estrategia opositora.

Rubalcaba no fue tan contundente como su número dos, Elena Valenciano, y otros dirigentes socialistas, pero fue claro al señalar que la oposición socialista al Gobierno no será como hasta ahora. La vicesecretaria general del PSOE anunció que su partido levantará «un muro enorme» para hacer frente a las políticas de Mariano Rajoy. «Hasta aquí hemos llegado, la fase de buscar el acuerdo se ha acabado», resumió. Otros dirigentes del PSOE hablaron de «punto y aparte» o de «punto de inflexión». El líder socialista, sin embargo, se negó hablar de oposiciones «duras o blandas», pero admitió que el tiempo de los pactos ha pasado y «entramos en un tiempo nuevo», no por voluntad de los socialistas sino por deseo expreso Rajoy. «Dos no pactan si uno quiere y el Gobierno no quiere», sentenció.

El secretario general de los socialistas se puso el traje de hombre de Estado por encima del de líder de un partido, y habló casi más de España que del PSOE. Explicó que ha hecho numerosas ofertas de acuerdo al presidente del Gobierno porque sería «muy bueno para España» que los dos grandes partidos se entendieran. Pero, subrayó, las respuestas a sus requerimientos fueron sucesivos portazos, de modo que «el espacio» para el entendimiento se «va achicando y agotando». El resultado, añadió, es que el Gobierno está «arrogantemente solo, y eso es malo para España».

Rubalcaba pasó ayer en el comité federal de su partido el primer examen interno tras su elección como secretario general por un ajustado margen sobre Carme Chacón en el 38 congreso federal celebrado en febrero en Sevilla. Su impresión es que sacó buena nota tras la maratoniana, casi diez horas, evaluación. Ni siquiera las malas noticias de las encuestas, que confirman una tras otra que los socialistas no solo no remontan el vuelo sino que están estancados, perturbaron su sensación de que tienen, él, la comisión ejecutiva y su estrategia de oposición, un «amplísimo apoyo» del partido. Apenas admitió que algunos de los 31 dirigentes que intervinieron en la reunión pusieron «énfasis» en algunas cosas que no se hacen o colocaron «matices» en la labor fiscalizadora del gobierno. Una visión que en líneas generales compartieron otros asistentes a la reunión.

Rescate

El líder del PSOE aseguró que su tesis de la oposición «útil y responsable» no tuvo contestación y, por tanto, va a seguir por ese mismo camino. La salvedad, dijo, es que el tiempo de acuerdos con el Gobierno se ha terminado lo que no significa que los socialistas renuncien a su papel porque Rajoy «no ha dejado títere con cabeza y ha puesto todo patas arriba». Se mostró convencido de que el Ejecutivo solicitará tarde o temprano el rescate de la economía de España, y lo hará aceptando «la condicionalidad» que impongan la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Algo, aseguró, que se traducirá «en más y más recortes», e incluso apuntó que «van a por» las pensiones y se tocarán «a principios de diciembre».

El líder de la oposición señaló que la alternativa del PSOE al rescate es una «gran reforma fiscal» porque el sistema actual es «poco eficiente y poco equitativo». Propuso un impuesto a las grandes fortunas y grandes patrimonios, una reforma del de sociedades, la homologación de la fiscalidad de las rentas del capital a la de las rentas del trabajo, la revisión de las deducciones del IRPF, gravámenes medioambientales, impuestos desde el primer año a los premios de las loterías y la recuperación de los tributos por donaciones y sucesiones. En definitiva, sintetizó, que «paguen más los que más tienen, los que más ganan y los que más heredan». Aceptó que lo que propone es «una subida de impuestos», pero para los pudientes y para evitar más recortes en el gasto social.

Esta reforma fiscal, prosiguió Rubalcaba, debe tener su complemento en una ley de estabilidad social que garantice la viabilidad de los servicios sociales para que las prestaciones educativas y sanitarias «no dependa de donde nazcas», que es, auguró, lo que va a ocurrir con los recortes de Rajoy.