Obras
Actualizado:Nunca se nos reveló la gran unidad del Cosmos. En el mundo orgánico la historia natural nos mostraba los seres vivientes divididos en tres grupos, por encima de los cuales aparecía un nuevo género: el hombre. Cierto que al frente de este estudio leíamos el gran pensamiento de Linneo, Lapides crescunt, vegetabilia crescunt et vivunt, animalia crescunt, vivunt et sentiunt» (un bastinazo). Este escueto párrafo sacado del discurso de Moret en el Ateneo Científico y Literario de Madrid en 1884, nos da una somera idea de la altura intelectual del político, orador y jurisconsulto gaditano, equiparable a la altura de su estatua, por lo que tengo para mí que de las emblemáticas obras del llamado Doce podemos considerar como 'obra insignia' el traslado de la estatua de don Segismundo Moret, a la sazón en adobo desde que en 1909 don Cayetano del Toro inaugurara su escultura. Se obtuvo esta con el bronce de las derribadas murallas gaditanas que con tanto interés contribuyó Segismundo en hacerlas desaparecer por lo que, la primera piedra demolida de ellas, fue conservada para colocarla en su monumento (un toque sentimental). Ya luce en la remozada plaza de San Juan de Dios su material imagen en el eje inmaterial de las calles Plocia y Nueva (fastidiándonos la visual desde cualquiera de los puntos cardinales a los que no tenemos su altura) con los brazos abiertos, ya exclamando contra el animalia crescunt, vivunt et sentiunt «¿Quién carajo ha puesto ahí esa mierda de verja y ha utilizado el ensanche de aparcamiento de contenedores?», ya sobrecogido en su altura porque en una de sus confluencias cósmicas Zetapé le haya revelado la gran unidad del Cosmos (la Alianza Intergaláctica de Civilizaciones). En fin, la obra va a salir por un pico de cojones, no sé si habría sido mejor que una horda de licenciados en paro lo hubiesen empujado hasta las aguas del puerto (que tanto quería) con la sana intención que las mareas lo arrastraran junto a las no menos simbólicas ruinas Manterola. En el próximo Episodio, si eso, se hablará del Obelisco del Trimilenario que cumplía la entrañable función de pirulí de La Habana. Cierro el presente con la chorrada Obras son amores.