Más que un granito de arena
Desde que la crisis se desató proliferan todo tipo de iniciativas para echar una mano a los desempleados
MADRID Actualizado: GuardarUna palmadita en la espalda seguida de ‘lo ha hecho muy bien, pero no podemos seguir contando con usted en la empresa’, y un tópico, ‘ya sabe que no es cosa nuestra, es la coyuntura económica’, la célebre coyuntura económica. Parece que la vida se termina con el despido, que hay que resignarse, apretarse el cinturón y preparase para un sufrimiento prolongado en forma de cola delante del INEM. No todo debería ser nubes oscuras, todo el mundo tiene derecho a disfrutar.
Gracias a la solidaridad de muchas personas, desde que empezó la crisis en 2008, no han dejado de proliferar iniciativas comerciales para echar una mano a desempleados. Al principio fueron restaurantes que ofrecían cenas gratuitas, luego clubs de fútbol con entradas a precios reducidos (se puede estar en paro pero los colores son los colores), ahora estas muestras de cariño hacia un colectivo que lo está pasando realmente mal abarcan también pases para espectáculos, museos y cursos deportivos. Granitos de arena muy útiles en los tiempos que corren. Entonces, ¿Por qué no aprovechar para practicar un nuevo deporte?, con presentar la cartilla en el Club de Esgrima de Madrid se pueden tomar clases por 30 euros al mes, con material incluido, un alivio importante teniendo en cuenta lo caro que resulta un traje de faena o un florete y qué decir del precio normal de las clases. Todo un detalle.
Contraer matrimonio sin tener un empleo fijo es una decisión osada, por no decir temeraria, pero en tal caso tampoco hay que renunciar a inmortalizar un momento así. Los fotógrafos de FILHIN, una empresa sevillana especializada en reportajes de bodas, hacen descuentos en la sesión de fotos sin ningún problema a desempleados. Ya llegará luego la factura del convite pero con un gasto menos.
La cultura también es más accesible. Casi todos los museos públicos no cobran a personas en situación legal de desempleo, entre ellos están el Museo de El Prado, el Reina Sofía, el Nacional de Teatro de Almagro (Ciudad Real), o el de Arte Romano de Mérida. También hay buenas ofertas en teatros como el Arriaga de Bilbao que aplica un 25 % de descuento en las entradas o el Teatre Nacional de Catalunya (Barcelona) con un mínimo de un 15% de descuento. Un alivio de lo más cultural sobre todo después de la última subida del IVA del 8% al 21% a partir de este mes.
Los restaurantes fueron los primeros en lanzar el guante y servir menús gratuitamente a los desempleados. Sin embargo ahora, aunque sea, piden un servicio a cambio, lo que no está nada mal ya que por un lado el beneficiario se siente útil y el establecimiento recibe a cambio, por ejemplo, un arreglo del sistema eléctrico o una actualización del software informático. De momento no hay muchos pero van proliferando. Otra iniciativa es la iniciativa malagueña ‘The Social Restaurants’, una plataforma de reservas on line que permite al cliente disfrutar de una buena comida al mismo tiempo que ayuda a los más necesitados a ya que estos establecimientos prestan su tiempo y sus recursos para cocinar menús variados y saludables que reparten en el mismo día a las ONG.
El regreso del trueque
El intercambio de bienes y servicios por otros servicios o bienes se remonta a los tiempos en los que el ser humano comenzó a llevar una existencia sedentaria. Sin embargo cada día crece el número de webs que sirve de marco para esta clase de comercio.
Un ejemplo es truequeweb.com, un novedoso portal de intercambio de servicios que aglutina a numerosos especialistas y profesionales que intercambian favores. Con un rápido vistazo a la página se pueden ver anuncios del estilo de ‘fisioterapeuta se ofrece a dar masajes a cambio de clases de inglés’, o por ejemplo otro que dice ‘se ofrece dentista a cambio de pintor’. En la portada también es posible comprobar todos los trueques que se han llevado a cabo hasta el momento, y no son pocos.
Se le puede sacar partido a la situación de desempleo mientras llega algo. Todo sea por levantar la cabeza, seguir adelante y sobre todo, no deprimirse.