Un siglo de espera para el Parque Nacional de Guadarrama

Cerca de un siglo años ha tenido que esperar la sierra de Guadarrama para ser declarada Parque Nacional. Por fin este viernes, y tras un periplo de casi diez años a través de las diversas administraciones competentes, el Consejo de Ministros aprobó la creación del Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama. La vicepresidenta de Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría ha explicado la demora apostillando que "bien está lo que bien acaba", y que con la nueva aprobación del proyecto de ley y su remisión al Congreso, se inicia el reconocimiento de éste área protegida que será aprobabado previsiblemente en 2013.

El espacio está repartido entre Madrid y Castilla y León y cuenta con más de 33.600 hectáreas que "acogen gran riqueza de flora y fauna y especies muy emblemáticas para todos los españoles como la cigüeña negra o el águila imperial ibérica, que están en peligro de extinción", ha argumentado la vicepresidenta. En concreto el futuro Parque Nacional de Guadarrama comprende 21.740 hectáreas de la Comunidad de Madrid y 11.924 a Segovia. La vegetación está formada por matorales supraforestales, pastizales de alta montaña, estepas leñosas de altura y cascajares, sistemas natirales singulares de origen glaciar y periglaciar, pinares, sabinares y enebrales. En cuanto a su fauna, especies como la nutria, el corzo, la cabra montés, la rana patilarga o el sapo partero forman parte de sus ecosistemas. Además queda dentro del espacio la Pedriza del Manzanares y la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, ambos catalogados de los Sitios Naturales de Interés Natural.

Sin embargo la noticia no ha contentado a todos por igual, ya que Ecologistas en Acción junto a otros científicos y naturalistas han criticado las delimitaciones del próximo parque nacional (el número quince en España y el quinto por extensión), por considerarlas insuficientes. Desde la asociación se ha lamentado que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente "no se haya atrevido a mejorar la propuesta de las comunidades autónomas y ha cedido a las presiones a la hora de incluir determinadas áreas". En concreto se han referido al monte Cabeza de Hierro (Pinar de los Belgas), en a cuenca alta del Lozoya, que alberga la mayor colonia de buitre negro de Madrid; al monte La Cinta, propiedad de la misma comunidad y que acoge los mejores bosques y rodales de tejos de la región; y los pinares de Valsaín, que es propiedad de Parques Nacionales y que albergan importantes poblaciones de águila imperial y buitre negro en Castilla y León. Ecologistas en acción achaca estas exclusiones a "intereses políticos y económicos que han sido puestos por delante de la conservación de la naturaleza en el proyecto ley".