El PP defiende que Rajoy será un activo electoral y no un lastre

La dirección del PP ha querido zanjar a las primeras de cambio cualquier atisbo de controversia sobre si la participación de Mariano Rajoy en los mítines de las campañas electorales de Galicia y el País Vasco beneficiarán o perjudicarán a los candidatos Alberto Núñez Feijóo y Antonio Basagoiti. Los populares «no ocultarán» a su líder, al que consideran un activo electoral pese a la notoria pérdida de popularidad que ha acumulado en sus primeros ocho meses de mandato. Ha habido señalaes contradictorias. El propio Feijóo indicó el miércoles que a él le votarían por lo que ha hecho como presidente y no por lo que estén haciendo otros, en lo que pareció una soterrada alusión a Mariano Rajoy.

El PP teme que el PSOE aplique la misma receta que los populares usaron en los comicios autonómicos de mayo de 2011, cuando centraron la campaña en los recortes que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Unos ajustes, en especial la congelación de las pensiones y la reducción del sueldo de los funcionarios, que los populares bautizaron entonces como el «mayor recorte de la democracia».

Ahora están justo al otro lado del espejo. Los socialistas pretenden señalar a Feijóo y Basagoiti como corresponsables de los tijeretazos de Rajoy en educación y sanidad y, lo que tal vez disguste más a sus votantes, de las subidas del IRPF e IVA.

Feijóo marcó ayer las claras diferencias que, a su juicio, existe entre ambos. «Rajoy es el bombero de la economía que ha destrozado Zapatero y no me parece justo que se eche la culpa de los incendios a quien intenta apagarlos», apostilló. Basagoiti, en esta misma línea, insistió en que El PP vasco, no va «a esconder» a Rajoy como hizo el PSE con Zapatero. El candidato a lehendakari se ha mostrado convencido de que Rajoy es «el mejor presidente que ha tenido la historia de España», ya que ha tenido que afrontar un escenario «mucho más difícil» con «absoluta quiebra económica, un nacionalismo exacerbado y un PSOE que no está a la altura del interés nacional» y, sin embargo, «está sacando el país adelante». Feijóo tiene más presión que Basagoiti, al que las encuestas lo sitúan como cuarta fuerza en Euskadi, porque se juega la Presidencia de la Xunta a una sola carta. Sabe que está condenado a obtener la mayoría absoluta para poder gobernar. Un reto ante el que cualquier resbalón puede ser nefasto.

Feijóo cogió el toro por los cuernos durante el acto que protagonizó el sábado junto al presidente del Gobierno en Soutomaior, en Pontevedra. Pidió al partido centrarse en la «valentía» de Rajoy al afrontar la crisis y defender sin fisuras el valor de las reformas estructurales. En un momento de su intervención llegó a comparar alpresidente del Gobierno con el seleccionador Vicente del Bosque porque no se nota su presencia ni cuando la selección gana ni cuando pierde.

El aspirante gallego dejó las puertas abiertas de par en par para que Rajoy participe en todos los actos de campaña que desee. Fuentes populares calculan que el jefe del Ejecutivo podrá intervenir, pese a su abultada agenda internacional, en una media docena de actos electorales. Su presencia en el País Vasco será menor con tres mítines.

Tres citas en el País Vasco

El principal temor del PP vasco y gallego es que España pida el rescate financiero, blando o duro, a la Unión Europea y que Bruselas imponga nuevos ajustes. Un revés que, reconocen, serían muy difícil de digerir por su electorado. Pese a ello, Rajoy ha dejado claro que si tiene que adoptar esa decisión por el bien del conjunto de los españoles lo hará sin vacilar.

Poco después de ganar las elecciones generales de noviembre del año pasado, Rajoy advirtió al partido de que vendrían «malos tiempos». Este mismo jueves, tras su reunión con la canciller alemana Angela Merkel indicó que, pese al duro camino andado, aún será necesaria una «gran determinación» y «mucho coraje y convicción» en los próximos meses. Advirtió de que lo más importante será explicar bien las nuevas decisiones que adoptará el Ejecutivo para recuperar la senda del crecimiento.

Basagoiti, al igual que Feijóo, continúan de momento con el culto al líder. «Va a venir y estamos orgullosos de él», declaró.