Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El juez Castro, en su visita al hospital Donostia. :: ARIZMENDI Uribetxebarria pasea por su habitación tras recibir al magistrado de Vigilancia Penitenciaria. :: JUAN HERRERO
ESPAÑA

La Fiscalía recurre la libertad de Bolinaga porque el juez le ocultó datos médicos

Sostiene que el etarra no está en «riesgo inminente» de morir y tacha la actuación judicial de «singular, inusual e inquisitiva»

MATEO BALÍN
MADRID.Actualizado:

No solo fue un «error de forma», sino que el juez vulneró garantías esenciales que abocarían a la nulidad de la libertad condicional del etarra. La Fiscalía de la Audiencia Nacional recurrió con esta dureza la excarcelación de Josu Uribetxebarria Bolinaga, acordada el pasado jueves por el juzgado central de Vigilancia Penitenciaria por «razones humanitarias». La apelación será resuelta por un tribunal de la Sala de lo Penal presidido por Fernando Grande-Marlaska, aunque la defensa de Bolinaga anunció que presentará alegaciones al recurso del Ministerio Público.

La batalla judicial que dirimen el juez José Luis Castro y la Fiscalía a cuento de la libertad de Bolinaga, enfermo de un cáncer incurable, vivió ayer su penúltimo episodio. El recurso contra la excarcelación firmado por el fiscal Pedro Rubira, pero supervisado por sus superiores jerárquicos, Javier Zaragoza y el fiscal general Eduardo Torres-Dulce, fue un torpedo en la línea argumental que mantuvo el magistrado en su auto de libertad condicional.

Con gruesos calificativos hacia esta resolución judicial, «singular», «inusual», «inaudita» e «inquisitiva», se despachó el fiscal Rubira en un escrito que pone en duda de principio a fin la decisión adoptada por Castro, pese a que todas las asociaciones judiciales respaldaron, y llegaron a alabar, su motivación.

En el centro de la apelación subyace la visita que el juez realizó el 28 de agosto al hospital Donostia de San Sebastián. Castro justificó que era una «diligencia final» antes de pronunciarse sobre la libertad condicional del recluso. Se reunió tres horas con los médicos, cinco minutos con Bolinaga y se hizo eco de un nuevo informe de los oncólogos del 22 de agosto en el que basó su ulterior decisión.

Este informe profundizaba la gravedad del cáncer del preso, con metástasis pulmonar, cerebral y en el sistema nervioso, y cifraba su esperanza de vida en unos nueve meses. Unos datos que ni la Fiscalía ni la forense de la Audiencia Nacional conocieron a la hora de elaborar sus respectivos informes, según apunta ahora Rubira. Todo ello, añade, provoca la natural «indefensión» de la partes ya que el juez «omitió» información de relevancia sobre el estado de salud de Bolinaga.

«Irregularidades»

A partir de aquí empieza el duro reproche a la actuación judicial. El fiscal pone en duda su «forma de actuación» y las reglas de «buena fe y lealtad procesal». Relata que el juez de Vigilancia Penitenciaria les notificó su visita al centro hospitalario donostiarra un día después, el 29 de agosto, «privándole de la posibilidad de intervenir en la citada diligencia y conformando así una irregularidad procesal claramente vulneradora del derecho a la tutela judicial efectiva».

Asimismo, dice el fiscal que este informe médico «nunca» formó parte de la documentación entregada a los servicios médicos forenses, el otro fundamento pericial de cualquier expediente de libertad condicional. Por este motivo, afirma, faltó información clave a una parte y se impidió plantear alegaciones al citado informe del hospital Donostia, donde se encuentra ingresado Bolinaga desde el 1 de agosto.

La segunda parte del recurso se centra en la aplicación «indebida» de las condiciones para la excarcelación. En concreto, en un tema capital como es la salud actual del preso y su evolución. El juez Castro se acogió al «peligro patente para la vida del enfermo», artículo 92.3 del Código Penal, como supuesto «excepcionalísimo» para concederle la condicional.

La razón, señala el fiscal, fue el último informe médico del hospital Donostia, en el que se afirma que «la vida del interno corre peligro inminente o patente», pero que ni la forense, contraria a la excarcelación, ni el Ministerio Público conocieron y siguen sin conocer.

El fiscal replica que, pese a conocer la grave enfermedad de Bolinaga, «ninguno de los informes médicos aportados» menciona el «peligro patente para la vida» que exige la ley. De ahí su impugnación, ya que «no está terminal». De la misma forma, recuerda que para aprobar un expediente de excarcelación sería necesario que los partes sanitarios «fueran coincidentes». Algo que no ocurre.

Al negar este condicionante, el fiscal tira de la cadena para rechazar el resto de supuestos para la libertad condicional. Ni hay arrepentimiento por parte de penado, artículo 92.1; ni hay un pronóstico favorable de reinserción social; y, mucho menos, un repudio expreso a la violencia de ETA. Del escaso riesgo de delinquir por su grave enfermedad, que alegó el juez, la Fiscalía no hace mención.

Como coletilla, critica que Castro censure al Ministerio Público por no recurrir anteriormente la concesión del tercer grado al preso, medida que adoptó Instituciones Penitenciarias. El fiscal concluye que este régimen de semilibertad no es similar a la libertad condicional del preso. Por todo ello mantiene que Uribetxebarria Bolinaga sea tratado en prisión de su cáncer incurable.