inmigración

Desalojados los 83 inmigrantes de la Isla de Tierra

Militares y policías participan en la operación destinada a sacar a los 71 subsaharianos que aún permanecen en el lugar

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Agentes de la Guardia Civil han desalojado esta madrugada a los 83 inmigrantes que permanecían en la pequeña Isla de Tierra, en el archipiélago de Alhucemas, y han entregado a la gendarmería marroquí a la mayoría de ellos, han informado fuentes del Ministerio del Interior. El desalojo se ha producido esta madrugada y ha concluido a las 4.30 horas, según las mismas fuentes, que han señalado que son 73 las personas entregadas a Marruecos, cuya costa dista pocos metros del islote de soberanía española. España, por su parte, ha acogido a diez inmigrantes, ocho menores y sus madres, en función del acuerdo alcanzado anoche entre los dos países para la evacuación de Isla de Tierra y el reparto de sus ocupantes, llegado allí en dos grupos la semana pasada. Solo uno de los menores trasladados esta madrugada a Melilla desde el archipiélago de Alhucemas tras su llegada a la Isla de Tierra permanecerá ingresado en el Hospital Comarcal de la ciudad autónoma, donde será tratado "exclusivamente" de un reajuste de su tratamiento con insulina.

Según ha informado hoy a los periodistas el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, se trata de un menor de unos 15 años, que padece diabetes, de la que va a ser atendido en el centro hospitalario. Los siete menores restantes y dos de las madres de éstos han sido dados de alta, ya que el estado de salud que presentan es "bueno".

Los diez inmigrantes trasladados a Melilla esta madrugada fueron llevados al hospital, donde se les practicó un reconocimiento médico, quedando en observación por una cuestión meramente preventiva, pero también operativa debido a los trámites necesarios para los ingresos, según los casos, en el CETI o centros de acogida de menores de la ciudad.

La "inestimable" colaboraci'on de Marruecos

El Gobierno ha resaltado hoy el "éxito" de la operación de desalojo de la Isla de Tierra, gracias a una actuación "modélica" de la Guardia Civil y a la "inestimable" colaboración de Marruecos. La Delegación del Gobierno en Melilla, en un comunicado, ha valorado la intervención conjunta entre España y Marruecos desarrollada esta madrugada, con la que se ha reconducido una situación "anómala" que se inició el pasado 29 de agosto con la llegada a este islote, perteneciente al archipiélago de Alhucemas, de un primer grupo de 19 inmigrantes.

El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ya se mostraba convencido ayer por la mañana de que se encontraría una fórmula de cooperación entre los dos gobiernos para dar una salida a la oleada de inmigrantes que han arribado a islotes y peñones. Según dijo el titular de Exteriores, la Delegación del Gobierno en Melilla cree que los intentos de saltar la valla fronteriza de la ciudad autónoma y las llegadas masivas a islotes de soberanía española responden a una "operación coordinada" de las mafias que trafican con seres humanos.

La mayor oleada de inmigrantes

Un grupo de 68 inmigrantes, entre ellos tres menores, llegaron el domingo a la Isla de Tierra, a unos 100 kilómetros al oeste de Melilla, donde ya había otros trece inmigrantes subsaharianos desde el pasado miércoles. La llegada de este grupo de casi 70 personas supuso la mayor oleada de inmigrantes llegados a peñones e islotes de soberanía española situados en el norte de África.

La guarnición militar destinada en el Peñón de Alhucemas, próximo a la Isla de Tierra, se ha encargado de dar asistencia humanitaria a los inmigrantes que desde el miércoles permanecían en la zona, a los que se les ha suministrado mantas, agua y comida. En cuanto a los menores, se había decidido su traslado a Melilla, aunque sus progenitores decidieron que permanecieran en el islote.

El desalojo de isla de Tierra se ha prolongado durante más de tres horas y en su desarrollo las lanchas de la Guardia Civil han ido acercando a pequeños grupos de inmigrantes a la costa marroquí donde les esperaba un fuerte dispositivo policial.