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Jóvenes católicos lanzan piedras contra la Policía en unos disturbios anteriores en Belfast. :: AFP
MUNDO

Heridos 47 policías en los disturbios desatados durante una marcha en Belfast

Los agentes se vieron atrapados en los enfrentamientos entre católicos y protestantes al paso de un desfile republicano

LOURDES GÓMEZ
LONDRES.Actualizado:

La Policía de Irlanda del Norte calificó ayer de «salvaje» la violencia sectaria desatada el domingo en el norte de Belfast durante un desfile republicano, que dejó a 47 agentes heridos, incluido uno que seguía hospitalizado veinticuatro horas después. Los disturbios estallaron al paso de la banda de flautistas y sus seguidores frente a un centro orangista, donde se concentraron hasta 350 protestantes lealistas. Solo un joven de 17 años fue detenido esa noche aunque el responsable de la operación policial prometió perseguir a todos los involucrados en los serios incidentes.

Durante la protesta, las fuerzas del orden fueron atacadas con cócteles molotov, fuegos artificiales, ladrillos y bolas de golf lanzados en su mayoría desde el bando lealista. La Policía recurrió a tanquetas de agua para dispersar a la masa y cayó también en el objetivo de los nacionalistas mientras estos se replegaban hacia las cercanas calles católicas. El orden no se restauró hasta bien entrada la madrugada.

Los disturbios se concentraron en un par de núcleos de un barrio comunitariamente dividido del norte de Belfast. El desencadenante fue en esta ocasión una marcha republicana, organizada por una banda de música afín al partido Sinn Feinn, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA). El desfile contaba con los debidos permisos para desfilar por el sector protestante de la zona, el barrio de Calisle Circus.

El Servicio de Policía no había recibido notificación de ningún acto de protesta que, según denunció el Sinn Fein, fue dirigido por dos tradicionales grupos paramilitares lealistas -la Fuerza de Voluntarios del Ulster y la Asociación en Defensa del Ulster- que supuestamente respetan sus respectivas treguas. En el mismo enclave se registraron altercados la semana pasada durante un desfile orangista al que se opusieron los vecinos republicanos.

Petardos y cócteles

Matt Baggott, jefe de la Policía de Irlanda del Norte, advirtió ayer que ni sus hombres ni la población civil pueden permitirse tal grado de violencia e instó a políticos y líderes comunitarios a resolver los conflictos y tensiones en torno a las marchas. Según informó el superintendente jefe, George Clark, los agentes fueron atacados con cientos de petardos y 34 cócteles molotov por las facciones rivales. El responsable policial manifestó su tristeza y enfado por los disturbios de este domingo, que calificó de «salvajes, terribles y reprensibles». En un momento dado, los agentes amenazaron con emplear balas recubiertas de goma.

El calendario de desfiles llega a su punto álgido entre julio y agosto de cada año, cuando los orangistas conmemoran diversas históricas victorias sobre los católicos. La mayoría de desfiles se celebra sin contratiempos serios, pero la violencia de los últimos fines de semana hace temer por el desenlace de los festejos de la masiva sublevación unionista de 1912, cuyo centenario se celebra a final de mes.

Irlanda del Norte vivió 30 años de violencia entre católicos -republicanos y partidarios de la integración en Irlanda- y protestantes -unionistas, favorables al mantenimiento de Irlanda del Norte en Reino Unido) que causaron 3.500 muertos antes de la firma de los acuerdos de paz de 1998.