Cospedal, en su comparecencia de ayer, y en primera fila, Javier Arenas y Carlos Floriano. :: J. M. ESPINOSA / EFE
ESPAÑA

El PP responde al PSOE que España no necesita barricadas sino unidad

Cospedal anuncia que Rajoy será el referente del partido en las campañas de Galicia y el País Vasco porque no tiene nada que ocultar

MADRID. Actualizado: Guardar
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El PP no teme las consecuencias que pueda tener la decisión del PSOE de salir a la calle a manifestarse contra los recortes del Gobierno junto a los sindicatos, como anunció el domingo el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, durante la fiesta minera de UGT en Rodiezmo.

María Dolores de Cospedal calificó ayer este anuncio de «chantaje» y respondió a la dirección socialista que España no necesita «ni la vuelta a las barricadas ni actitudes irresponsables» sino unidad en torno a las medidas que está adoptando el Ejecutivo de Mariano Rajoy para sacar al país de la crisis. «Cualquier otra actitud es enormemente irresponsable», remachó.

Ironizó, asimismo, sobre la vehemencia con la que los socialistas protestan contra las reformas y ajustes aprobados por Rajoy. Decisiones duras que, según Cospedal, adoptó el Ejecutivo para solucionar los graves problemas económicos heredados de la «nefasta» gestión del Ejecutivo socialista, «que son los mismos que ahora quieren abanderar las barricadas».

Cospedal también consideró contraproducentes las «amenazas nacionalistas», en alusión al endurecimiento de las tesis soberanistas de PNV en el País Vasco y de CiU en Cataluña.

Durante la comparecencia posterior a la reunión del comité de dirección, que presidió Mariano Rajoy, la secretaria general también definió de disparate la petición que formularon el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el exvicepresidente y diputado del PSOE, Alfonso Guerra, para que convoque un referéndum sobre los ajustes. Ambos justificaron esta exigencia en el hecho de que el presidente del Gobierno ha adoptado decisiones contrarias a las que prometió durante la campaña electoral, como las de subir el IRPF y el IVA, o reducir los recursos para sanidad, educación y dependencia.

Cospedal no escondió su asombro porque un político de tan dilatada carrera como Guerra contemple que un Gobierno, que hace menos de un año que ganó las elecciones con mayoría absoluta, tenga que realizar una consulta popular de estas características.

«Sorprende -abundó- el concepto que algunos tienen de democracia porque cuando ganan las elecciones quieren estar en el gobierno y cuando pierden parece que también, aunque de otra manera». Es más, señaló que el respaldo mayoritario del que goza el Gobierno en el Parlamento es uno de los puntales de la estabilidad que necesita el país para salir de la crisis. El cónclave popular, además de ratificar la candidaturas de Alberto Núñez Feijóo y de Antonio Basagoiti a la presidencia de Galicia y el País Vasco, respectivamente, trazó las líneas generales de lo que será esta campaña popular.

Activo

Preguntada por si el partido ha valorado reservar a Rajoy en esos comicios dada la pérdida de popularidad del presidente en estos primeros nueve meses de mandato, Cospedal se mostró rotunda: «Claro que participará porque lo que hoy está haciendo el Gobierno no es motivo de ofensa ni da razón para ocultarnos, está haciendo lo que otros no quisieron hacer en beneficio de España», apostilló.

Cospedal añadió que la responsabilidad que está demostrando Rajoy al anteponer el interés general ante cualquier cálculo electoral del PP será uno de los valores que más piensan esgrimir los populares en las campañas gallegas y vascas.

Lo que aún no está decidido es en cuántos mítines participará porque el presidente tendrá en octubre una cargada agenda internacional, incluido un viaje crucial a Bruselas, para participar en el Consejo Europeo que tendrá lugar el 17 y 18 de octubre.

La secretaria general anunció, además, que a partir de ahora se incrementarán los contactos de trabajo entre ministros y cuadros medios del partido, como los presidentes provinciales. El objetivo es lograr una mayor unidad en defensa de las decisiones del Gobierno. El mensaje que Rajoy quiere que se transmita es que sus medidas, aunque «duras e impopulares» ayudarán a lograr el objetivo marcado para esta legislatura que no es otro que el crecimiento económico y la creación de empleo.