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Desfile de Roberto Torretta. / Chema Moya (Efe)
FASHION WEEK MADRID | DÍA IV

Maya Hansen eclipsa la tarde con un desfile colorista

La colección del diseñador vasco Ion Fiz destaca por su exquisitez y el trabajo bien hecho

SONIA QUINTANA
MADRIDActualizado:

'Skully tulum' es solamente la sexta colección que Maya Hansen ha presentado en la Fashion Week madrileña y su desfile ya es uno de los más esperados de la pasarela. El nombre de esta reina del corsé va indisolublemente ligado al de otra reina, Lady Gaga. La diva del pop ya se ha embutido en uno de sus corsés, ahora Maya Hansen sueña con que Madonna luzca uno de los diseños de su nueva colección inspirada en algunas de las costumbres más arraigadas de México como la celebración del Día de los Muertos o la adoración a la Virgen de Guadalupe. Ataviadas con 'looks' que recordaban a la mismísima Frida Kahlo, las modelos presentaron corsés, leggins y vestidos-corsé de colores brillantes y estampados de alebrijes, mejillones, flamencos, huesos y calaveras, muchas calaveras. Entre los corsés-joya de esta colección destaca uno realizado con 400 'calacas' blancas cosidas a mano -una semana de trabajo- que pesa más de siete kilogramos, además de los corsés realizados con enormes piezas de metal, a modo de esqueletos humanos.

La colección número 21 de Ion Fiz, 'Lisboa', destaca por la exquisitez y el trabajo bien hecho. Con estampados sacados del catálogo de Gastón y Daniela y telas más propias de tapicería que de ropa, el diseñador vasco ha presentado una colección donde el vestido de inspiración años cincuenta ha sido el gran protagonista. Inspirada en la obra 'Musa dormida' del escultor Constantin Brancusi, la diseñadora gallega María Barros ha trabajado los volúmenes con pasión creando figuras que asemejan enormes volantes en las partes de arriba y siluetas lapiz en las faldas y vestidos. Líneas depuradas y colores bronce, marfil, piedra y madera, en honor a este gran escultor del siglo XX.

Juana Martín vuelve a sus raíces andaluzas y reivindica, como ya lo hicieron el primer día Roberto Verino y Francis Montesinos, entre otros, los tópicos de la moda española que tan bien han sabido explotar marcas como Moschino o Dolce&Gabanna. La diseñadora cordobesa reiterpreta los lunares, los volantes, las chorreras y hasta los capotes taurinos para sacarlos a la calle la próxima temporada. Leggins bordados con flores de mantones de Manila y faldas lápiz son la gran apuesta de esta creadora a la que le jugaron una mala pasada sobre la pasarela los tejidos elegidos para sus vestidos largos que, a falta de una buena costura, se fueron deshilachando y rompiendo a cada paso de las modelos. 'Subacuatic' es el título de la colección de Sara Coleman quien ha tomado como punto de partida de su colección el fondo marino. El color verde agua, las cremalleras de los trajes de neopreno para el buceo o los cortes de los bañadores de natación son algunas de las claves de una colección correcta.

La firma Martín Lamothe ha bajado el telón de esta cuarta jornada con una colección inspirada en la cultura florentina. Una particular visión del Cinquecento donde la obsesión renacentista de la perspectiva ha sido el punto de partida de unas prendas muy personales teñidas de tonos pastel en rosas y azules y verde flúor.

Marilyn Monroe y Jackie Kennedy se suben a la pasarela

Ana Locking es una apasionada de su trabajo y colección tras colección consigue reinventarse sin perder un ápice su esencia. En 'The Talk' la diseñadora toledana hace conversar a la creatividad con la funcionalidad. Ha enfrentado, en palabras de la creadora, "la racionalidad de Jaqueline Kennedy con la exageración de Marilyn Monroe" y le ha salido una colección muy comercial aderezada con cuerdas de montaña y collares realizados con la cabeza de un animal y el cuerpo de otro, fruto también de esa idea de mezcla de contrarios en la que Ana Locking ha querido encontrar el equilibrio. Siluetas 'oversize' en las partes superiores se combinan con siluetas lápices. Estampados de rayas, 'animal print' y de naturaleza, teñidos de coral, azul u oliva, entre otros tonos. Mezclas de texturas, colores y estampados en un mismo 'look' femenino y elegante. Demasiado exageradas las propuestas masculinas y extraordinarias las faldas y los pantalones pitillo. Sin duda, lo mejor de la mañana.

Ailanto se ha inspirado en esta ocasión en la casa que la familia Planchart encargó a principios del siglo XX al arquitecto italiano Gio Ponti. El edificio, situado en las colinas de la ciudad venezolana de Caracas, ha sugerido a los hermanos vascos el diseño de los siete estampados diferentes de los que se compone esta colección primaveral: las formas adiamantadas del pavimento de la villa, cacatúas y tucanes y diferentes elementos vegetales. El vestido pierde protagonismo para dejar el reinado a las blusas románticas con minivolantes a los hombros y trabajadas pecheras, marca de la casa. Lazos, cintas y pajaritas decoran unas prendas atemporales en el trabajo de estos creadores que tiñen de amarillos, naranjas y azules la próxima Primavera-Verano.

El tercer desfile de la jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid fue el del siempre correcto Roberto Torretta quien contó, entre sus invitados, con la presencia de la ex mujer de Bono, Ana Rodríguez , que acudió con su hija Amelia; las modelos Nieves Álvarez y Raquel Meroño; y los actores Cecilia Roth e Imanol Arias, este último con su inseparable novia Irene Meritxell. Al contrario que Ailanto, Torretta apuesta por el vestido como pieza clave del armario de la próxima temporada. Vuelve a decantarse por el cuero, esta vez en color camel, y se centra en los trajes largos de noche en organza teñidos de naranja y azul glaciar. Espectaculares los tres monos de pantalón ancho. Todo un acierto.

La gallega Kina Fernández echa un vistazo al 'easy elegance' americano de los años noventa para crear una colección con mejor intención que resultado, accesorizada con bordados y flecos metalizados. Tela de saco estampada y linos de rayas son algunos de los materiales que la firma utiliza para crear unas prendas donde lo masculino y lo femenino convive a la perfección. Así un vestido de noche largo se combina sin rubor con una clásica americana negra de traje.