«Habrá mejores, pero no tan Flamenco»

No es fácil encontrar un calificativo para describir la Venta de Vargas, que no se haya utilizado ya antes. Además, poco importa lo que se diga de ella, porque lo único cierto es que se trata de un sitio obligado para los amantes del Flamenco. Un pequeño rincón que araña parte de la historia de Camarón de La Isla. Una historia que se pretende recuperar para potenciar el turismo en San Fernando y en este proceso debe tener un gran peso la cuarta generación de la familia Picardo, al frente ahora del restaurante.

Su importancia se sustenta por las cifras ya que en estos tres meses de verano el emplazamiento ha recibido unas 15.000 visitas. Puede parecer exagerado, pero si se divide por 90 días son unas 160 visitas al día. Si uno está tan solo veinte minutos en el recinto se da cuenta de que es un número ridículo para la cantidad de personas que pasan por allí. «Hay de todo. Desde el que viene para hacerse fotos y se va, el que se toma una tapa, se queda a comer o el que quiere que le enseñe toda la Venta y le cuente anécdotas. Sobre todo vienen personas asiáticas y de Latinoamérica, pero también europeos como franceses, polacos, ingleses. Hasta una televisión holandesa ha pasado por aquí. Habrá mejores restaurantes pero ninguno tan Flamenco como la Venta de Vargas», reconoce uno de sus encargados, Lolo Picardo.

Para él es importante que todos remen en una misma dirección, tanto las instituciones como los empresarios, hasta conseguir sacar adelante iniciativas de Camarón. «Se puede hacer y muchas veces no es tan importante el dinero. En otras cosas sí, pero por ejemplo las actuaciones que se han desarrollado en la Venta han tenido muy buena acogida y ha sido más esfuerzo y trabajo que tirar de talonario». Para Lolo es importante que se cree una comisión encargada de trabajar en este tema, con expertos y empresarios interesados en desarrollar un plan turístico serio basado en la figura de Camarón. «No solo se trata de buscar actividades para el 20 o de cara al 25 aniversario del fallecimiento de Camarón. Lo que hay que buscar son iniciativas para el 21, el 22 y el 23, para que continuamente haya algo sobre Camarón. La gente viene preguntado por la tumba los domingos sin importar la hora, cuando ya está hasta cerrado, quieren ver la fragua, la casa y hacerlo sin estar encorsetados en una ruta en un día concreto. Hay que cambiar muchas cosas y comenzar a hacerlo cuanto antes».