El Ayuntamiento confirma que Cemabasa no opta a la gestión del Cementerio

A principios de septiembre el Cementerio contará con un nuevo contrato de gestión, motivo por el que el Ayuntamiento ha abierto una licitación para la adjudicación del servicio. Este proceso se resolverá en la primera semana de septiembre, pero el Consistorio ya tiene sobre la mesa las ofertas de las diferentes empresas que pretenden hacerse cargo de la instalación. Entre ellas no se encuentra Cemabasa, por lo que resulta imposible que pueda convertirse en la encargada del Cementerio.

De esta manera los populares responden al PSOE, tras la denuncia que realizó alertando del posible cierre de este equipamiento. Una presunción que se basó en el anterior paso de esta empresa por la ciudad, que finalizó con la rescisión del contrato ante el deterioro al que se sometió a las instalaciones e incluso con querellas judiciales, que se resolvieron a favor de la ciudad.

El Partido Popular ha querido cortar de raíz las especulaciones que se han sembrado sobre el futuro del Cementerio y ya el regidor de la ciudad, José Loaiza, garantizó que las puertas del Campo Santo iban a permanecer abiertas. Incluso llegó a acusar al concejal socialista, Fernando León, de «mentir descaradamente». Algo en lo que ha incidido también el delegado de Economía y Hacienda, Manuel Raposo, al exponer que León sembró las dudas sobre el futuro contrato cuando ya sabía que Cemabasa no se había presentado al proceso.

Deficitario

Las cifras dadas por el Consistorio también ponen en duda la rentabilidad de este servicio, motivo por el que se ha visto obligado a incrementar su partida hasta los 310.000 euros. El PSOE expuso que en los últimos cuatro años el Cementerio ha conseguido un resultado positivo de un 166,16% sobre los costes, de hecho según los socialistas en los presupuestos de 2012 se recogen unos ingresos en Cementerio por valor de 450.000 euros.

Sin embargo, el Ayuntamiento cuenta con informes que exponen una situación bien distinta. Por ejemplo, el coste en el año 2008 previsto era de 153.000 euros, mientras que la empresa tuvo que hacer frente a una cuantía total de 305.000 euros. En 2009 el contrato alcanzó los 154.000 euros, mientras que el coste real fue de 286.000 euros. Por último en el año 2010 bajó en 149.758 euros, cuando los gastos sumaron 292.000 euros. Es decir que se trata de un servicio deficitario en el que las empresas pierden dinero, principal argumento por el que en el actual pliego de condiciones se ha subido la cuantía hasta los 310.000 euros, pues se pretende ajustar la partida al coste real del servicio.