Los sudafricanos arrestados son inculpados de la muerte de los 34 mineros

Los 270 mineros sudafricanos arrestados el pasado día 16 en la mina de platino de Marikana habrán de enfrentarse a la acusación de asesinato de sus 34 compañeros muertos a tiros por la Policía. El portavoz de la National Prosecuting Authority, en declaraciones a la BBC, ha asegurado que los cargos se derivan de la doctrina de 'propósito común' -que se remonta a los tiempos del 'apartheid'- según la cual todos se hallan implicados por formar parte del colectivo que se encaró con los cuerpos de seguridad. Aún no se ha depurado ninguna responsabilidad contra los uniformados que abrieron fuego a bocajarro contra los huelguistas, a la espera de las conclusiones de una comisión de investigación.

Los trabajadores serán juzgados por formar parte de una situación recogida por la ley y que contempla un escenario en el que individuos portan armas y de la confrontación con efectivos policiales se producen víctimas mortales. La implicación alcanza a todos los participantes en el hecho, independientemente de que llevaran cualquier tipo de pertrecho. Los detenidos permanecen en la cárcel de Ga Rankuwa, cerca de la capital Pretoria, donde un centenar de personas reclama su liberación. Mientras tanto, prosigue la huelga en la mina de la compañía Lonmin. El conflicto, originado por la exigencia de mejores condiciones laborales, ha provocado ya 44 fallecidos.