El color se apodera de la pasarela

Devota&Lomba vuelve a la ciudad de su niñez, Vitoria, para celebrar su nombramiento como Capital Verde y presenta una colección donde este color es el gran protagonista. Las flores se cuelan en las solapas de las toreras, teñidas de amarillos y fucsias, en forma de superposiciones gigantes. El gris claro también hace acto de presencia en esta paleta de colores primaverales donde los vestidos de satén de seda hiperfemeninos de estampado floral se mezclan con pantalones de lana fría perforada en tonos maquillaje.

'Satin doll' ha sido el juego propuesto por Hannibal Laguna, quien abandona el negro con el que tiñe este invierno para llenar la próxima temporada de colores afrutados como el lima, el cereza, el frambuesa o el uva. El diseñador venezolano puso en escena sus primeros recuerdos del mundo de la moda, cuando diseñaba trajes para las muñecas de su hermana, y presentó una colección realizada íntegramente sobre maniquí con volúmenes Balenciaga. El juego de satenes tornasolados, el 'efecto tatuaje' buscado en los cuerpos 'nude' con bordados cortados a modo de rodajas de frutas y los jirones hechos a propósito a modo de plumas son algunas de las claves de esta colección.

Para Ángel Schlesser la próxima primavera llegará cubierta de maxirayas negras y blancas y enormes lunares, estampados de los que el creador abusa con acierto en una sencilla colección de vestidos con largos por debajo de la rodilla y pantalos anchos. Siluetas menos rígidas que en ocasiones anteriores con cortes de los años setenta y el azul como protagonista.

La jornada la cerraba Agatha Ruiz de la Prada, con la colección 'Agatha vs Agatha', en la que se revisa a sí misma con vestidos aro, faldas pelota, cuerpos corazón y trajes estrella, un canto al optimismo a través de la costura. Los tejidos son naturales y experimentales, con sedas, rasos y organzas codeándose con poliamidas artificiales o poliuretanos sintéticos para ofrecer un acabado pop e industrial.

Roberto Verino apuesta por grandes estampados

A golpe de abanico, Roberto Verino inauguraba esta mañana los desfiles de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid ya en el recinto oficial de la pasarela, el pabellón 14 del recinto ferial de Juan Carlos I, con una colección bautizada 'El jardín de la pasión'. Grandes estampados y apliques florales se entremezclan con el encaje en unas prendas teñidas, entre otros colores, de rojo pasión.

El gran golpe de efecto del creador gallego fue subir, por primera vez a una pasarela española, al modelo alemán Mark Vanderloo quien, aunque ya retirado de las pasarelas, se mostró “feliz” de desfilar en España. Pantalones de talle alto estilo torero y grandes lunares y lazos completan ese 'look' español buscado por Verino para, según las palabras del diseñador, “reivindicar nuestra cultura”.

Victorio&Lucchino, sin abandonar su marcado sello español, se han inspirado para la próxima Primavera-Verano en el lejano Oriente con su colección 'Quipao' plagada de cuellos mao, mangas japonesas y vestidos inspirados en el kimono. 'Patchwork' de estampados que dan como resultado elegantes combinaciones tanto para el día como la noche.

Fajines, transparencias, bordados de mantón de Manila y pantalones capri son algunas de las claves de la próxima temporada de los diseñadores sevillanos, donde no faltan los volantes caracola marca de la casa.

Francis Montesinos llenó la pasarela de flores con su 'Spanish garden'. Rosas, amapolas, hortensias y calas conviven en el nuevo estampado floral del valenciano que centra su colección en las piezas de croché, desde 'tops' para ellas hasta 'shorts' para ellos. El creador también sorprendió subiendo a la pasarela a una de las grandes maniquíes españolas de los noventa, Helena Barquilla.

El 'denim vintage' es otra de las apuestas del creador para la próxima primavera. La firma ha deshecho antiguas prendas vaqueras para confeccionar otras nuevas, como ya hiciera en la actual colección de invierno reciclando mantas de lana que transforma en chaquetas, faldas y abrigos.