La dificultad de hallar iglesia para casarse
Actualizado:Hace un tiempo, un veterano sacerdote cuya parroquia era un bellísimo templo románico, contó cómo, años atrás, una pareja del pueblo fue a pedir fecha para celebrar su boda. La espera, entonces, era de un par de años, tal era la demanda de los novios de toda la provincia que deseaban contraer matrimonio en aquel lugar. Pasados unos meses, el cura se enteró de que la pareja había roto. Como quiera que ninguno de los dos había pasado por la parroquia para anular la reserva, el sacerdote interpeló a la chica un día que se la encontró en la calle. «Usted mantenga la fecha, padre», le contestó ella. «Ya encontraré otro novio para entonces. Es mucho más fácil eso que volver a disponer de otro sábado libre para casarme en su iglesia».
Parece un chiste, pero no lo es. La anécdota refleja con claridad el 'tirón' que muchos templos tenían como escenario de bodas. Tanto que las esperas eran enormes. Hoy ya no sucede y solo en unos pocos templos puede haber algún pequeño problema si se desea una fecha muy concreta. Un ejemplo: en la provincia de Salamanca, que tiene una amplia colección de iglesias de gran belleza en todos los estilos arquitectónicos, no hubo una sola boda canónica en enero de 2011. Lo mismo sucedió en Ávila. Y en otras siete provincias hubo solo una. En parte, se explica porque los enlaces matrimoniales no se reparten de forma regular durante el año. De hecho, agosto es ya el único mes en el que hay más matrimonios por la Iglesia que civiles.