El orgullo de apostar por el caballo ganador

Las apuestas gozan de prestigio o de mala fama según el lugar en el que se desarrollan. En EE UU hay estados en los que apostar es ilegal y en donde se hacen cruces ante la posibilidad de poner dinero ante un evento deportivo. Sin embargo, en el mismo país también están las casas de apuestas que, con un ‘click’, permiten poner cantidades millonarias en cualquier competición. En Sanlúcar, cuando llegan las apuestas de caballos, apostar es una cuestión de pasar el rato, de darle un poco más de emoción a las carreras. Una tradición por encima de todas las cosas.

De hecho, según comentan desde la empresa que desde hace 17 años gestiona el sistema de apuestas en Las Piletas (Periféricos y Materiales de Control del País Vasco SL), «las apuestas suelen realizarse por el caballo que más le gusta al cliente, o por el que tiene un nombre que le ha llamado la atención». Y es que si algo define a las carreras de caballos de Sanlúcar es su carácter impredecible, su capacidad para sorprender constantemente, por lo que, al contrario de los que ocurre con el fútbol o el boxeo, no hay apostadores profesionales.

Las apuestas que se pueden realizar son de tres tipos: ganador, gemela y trío. En ‘ganador’, se apuesta por el caballo que llegará primero a la meta; mientras que en ‘gemela’ lo que se apuesta es por ver quiénes serán primero y segundo, con independencia del orden. El trío es siempre la mejor pagada y la más difícil, ya que en ella el jugador debe acertar los caballos que entrarán, en el orden correcto, en primer, segundo y tercer lugar.

Diariamente, según informa Julio Ocio, de la organización, se mueven entre 20.000 y 25.000 euros en apuestas. El precio de las apuestas es de dos euros para las jugadas de ganador y de gemela y de un euro para trío. El sistema de apuestas que se emplea es el conocido como sistema francés, el mismo que utilizan el resto de hipódromos de España. Ocio afirma que se ha mantenido, aproximadamente, el número de apuestas del año pasado, por lo que se rompe la tendencia de que cuando hay un mal año económico aumenta el número de apuestas

En cuanto a los premios, como en la lotería, dependen de las apuestas que se hayan realizado y de si hay acumulado bote. Así, por solo un par de euros, un jugador puede llevarse en una buena mano, si no hay muchos ganadores, entre 2.000 y 3.000 euros. Las carreras de caballos tienen la característica de que todas deben realizarse en la playa, y no se permiten ni por teléfono ni por internet.