Una asociación con mucha miga
Al pan pan crea en Puerto Real un obrador con el objetivo de recuperar la artesanía en este producto básico que venden solo por encargo
Actualizado:Más fácil no te lo pueden poner. Haces una llamada de teléfono y al día siguiente tienes el pan recién hecho en casa. Es la filosofía de Al pan pan, una asociación creada por diez personas en Puerto Real, que echaban de menos un pan de calidad y que se han puesto ellos mismos manos a la obra.
La idea es ofrecer a los que también reivindiquen el pan artesano, hoy en día difícil de encontrar, una forma fácil de poder disfrutar de este producto.
Sara Salas tiene 37 años y el olor a pan clavado desde chiquitita. De pequeña, uno de sus juegos preferidos era amasar las piezas que preparaba su abuelo Jacobo en Arjona, Jaén.
Aunque su profesión es otra, siempre tenía la inquietud de elaborar su propio pan en casa. Sin embargo, hace unos meses su ocupación laboral cambió y esto le hizo profundizar más en la afición hasta convertirla ya casi en profesión.
En enero de este año, junto a ocho personas más y su compañero, decidió poner en marcha una asociación con la idea de reivindicar el pan artesano. Desde entonces en un horno alimentado con leña y situado junto a la casa de Sara elaboran pan a diario. Al principio era solo para ellos, pero la voz se ha ido corriendo y ya los propios socios lo reparten en la misma ciudad, además de El Puerto, Cádiz y Jerez. En septiembre quieren comenzar también en San Fernando y en Sanlúcar. No saben aún que harán en el futuro. «Queremos ir tranquilos, tratando de preservar la calidad y no sé si nos transformaremos en empresa aún».
Sara señala que la clave del producto está en emplear solo los ingredientes tradicionales del pan «harina, agua y sal, sal además de los esteros de la Bahía de Cádiz. No hay ni mejorantes, ni conservantes, ni nada de nada».
Una de las claves principales es que el amasado se hace a mano y esto se traduce luego en una miga más esponjosa y ligera. El amasado dura una hora y luego otra de horno, alimentado con leña. Se consigue, de esta forma, que la corteza sea también más fina. Más ventajas, el pan dura en perfecto estado 6 o 7 días, se puede congelar o meter en el frigorífico si se desea.
En la actualidad elaboran una decena de especialidades que realizan con harina de trigo, normal e integral, centeno o espelta. Las piezas tienen un kilo de peso y, por el momento, no cuentan con despacho al público. Para comprarlo se pide por teléfono y los propios socios lo llevan al domicilio del cliente. El precio de la pieza de kilo es de 3 euros y este es el pedido mínimo, una pieza.
Sara señala que «aunque reivindicamos el producto tradicional, si manejamos una manera diferente de trabajar. No hacemos el pan de madrugada, sino de día y el reparto se hace por las mañanas y por las tardes, no a primera hora de la mañana ya que el pan aguanta en perfecto estado durante varios días. Al hacerse sólo por encargo, siempre se sirve fresco y hecho del día».
Además de pan están haciendo también algunos dulces, galletas, bizcochos y empanadas. Conforme van viendo que los productos funcionan los van poniendo en la web de la asociación.
La idea de Salas es ir relacionando diversos colectivos ecológicos para fomentar una red de estos productos y también «terminar con la idea de que lo ecológico es caro porque no es así».
Los pedidos se pueden hacer en el teléfono 607937792. El pan se sirve de martes a sábados y se pueden obtener más detalles sobre todos los productos que elaboran en la web alpanpan.org.