fútbol | primera división

El Madrid tropieza en Getafe

Al Real Madrid se le tuerce un partido que tenía dominado y donde no veía peligrar la victoria

MADRID) Actualizado: Guardar
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Como si de una obra de teatro se tratara, el Getafe-Real Madrid tuvo en un acontecimiento puntual un giro en el guión esperado, donde los personajes se transformaron y donde el público tuvo un papel destacado. Tras una primera parte donde los blancos se presentaron en el Coliseum Alfonso Pérez como Pedro por su casa, con un equipo azulón que le recibió con los brazos abiertos, y los de José Mourinho hicieron los justo para irse ganando al descanso sin ningún susto de importancia en el cuerpo.

Antes del cambio radical que sufrió el encuentro, apareció Higuaín. El argentino, que no se fió de la hospitalidad local, se unió a Dí María, y juntos fueron los únicos que crearon algo de peligro durante la primera parte.Fruto de ellos llegó el primer gol. El veloz extremo recibió un balón, condujo hacia dentro y filtró un asistencia de libro (que hubiese firmado su compatriota Manu Ginóbili en baloncesto) para el ‘Pipita’, que en esas tiene ese punto de delantero centro puro donde solo ve la portería y tiene que ser gol sí o sí. Control orientado, regate a Moyá y el primero al marcador para los suyos. Era el minuto 26.

Hasta ese momento, poca profundidad del Madrid, con un Getafe que acumulaba mucha gente en el centro del campo, con los dos mediocentros (Míchel y Xavi Torres) además de Lafita y Diego Castro muy cerrados y Barrada muy cerca (el jugador marroquí abandonó la banda para actuar de mediapunta). Nueve jugadores ‘azulones’ en apenas 20 metros, que cortocircuitaban la creación del Real Madrid. Lo más reseñable, una ocasión de gol de Özil en el minuto 16, que con una gran pared dentro del área, envió el balón al larguero con la portería vacía.

Silencio en el estadio, como si de un partido amistoso se tratara. El Madrid no apretó el acelerador ni siquiera a la mitad. El Getafe no apretaba y los blancos no tenían prisa, habían marcado un gol y solo tenían que mantenerlo hasta el final. Como la situación del partido, mientras los ‘azulones’ siguieran igual, la primera victoria de la temporada estaba en el bolsillo.

Fue entonces, cuando un gol de cabeza de Valera en el minuto 53, tiró por el suelo el plan establecido por el Real Madrid. El Getafe cambió como de la noche a la mañana. Más intensos y agresivos, Barrada, Lafita y Diego Castro comenzaron a entrar en juego. Como Cristiano, que con el empate y la entrada de Benzema al campo, intentó generar ocasiones a menudo en el pico del área ‘azulona’, que una colocada defensa dejaba en meros acercamientos.

En esas, un pelotazo ‘a priori’ sin consecuencias, fue bajado al suelo por Colunga, que había sustituido a Miku. El delantero asturiano, uno a uno con Albiol, se zafó del defensa con una gran maniobra, se metió hasta el área y dio un pase a Barrada, que el joven jugador no desaprovechó. El partido había cambiado completamente, espoleado, ahora sí, por su público, que había repartido hasta entonces sus aplausos y ovaciones a partes iguales entre ambos equipos, comenzó a corear “Geta-Geta”, acordándose de cuál es el conjunto de su ciudad. El Coliseum apretó de lo lindo, pocas veces acostumbrado, y fue la fuerza de su equipo en momentos de apuro.

Defensa de tres en el Madrid y a esperar que la calidad de sus futbolistas de ataque ‘inventaran algo’. La claridad de agosto no es la del mes de abril, y los de José Mourinho no hicieron más que acumular gente, sin orden ni plan B. El Getafe se defendió como gato panza arriba, y se quedó con tres puntos que dejan a los blancos con solo uno en dos jornadas. Y con la visita del Barcelona dentro de tres días...

Tres delanteros

El Real Madrid terminó el partido con tres delanteros. Higuaín, que salió de inició, pronto recibió la ayuda en ataque de Benzema, que se unió a él en el centro de la delantera en sustitución de Lass, con el objetivo de tener más presencia. A falta de 15 minutos, Mourinho dio la oportunidad a otro, Álvaro Morata, aunque el canterano se situó en la zona izquierda del ataque, donde el años paso jugó muchos partidos en el Castilla.