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Policías de Nueva York inspeccionan el lugar donde se produjo el tiroteo. :: KEITH BEDFORD / REUTERS
MUNDO

Tiroteo en el Empire State Building

Un desempleado se venga de su exjefe y dispara las alarmas en las inmediaciones de uno de los edificios más visitados de Nueva York

JUAN PABLO NÓBREGA
NUEVA YORK.Actualizado:

El entorno del Empire State Building, uno de los lugares más vigilados del mundo desde los atentados del 11-S, fue escenario ayer del cuarto ataque mortal de un pistolero solitario en Estados Unidos en apenas dos meses. Esta vez el presunto asesino, Jeffrey Johnson, es un desempleado de 53 años que comido por el odio contra el empresario que lo despidió hace un año, Steve Ercolino, se plantó en las oficinas de la compañía dispuesto a cobrarse la venganza.

Un excompañero de trabajo que le salió al paso cayó abatido por sus disparos. Ya en la calle, Johnson caminó varios bloques hasta la entrada principal del Empire, donde decenas de turistas hacían cola para subir a la terraza del mítico rascacielos. Dos agentes que habían recibido una alerta de un trabajador de la construcción dieron el alto al sospechoso. El atacante desenfundó -según la versión policial- y los agentes le devolvieron el gesto con una refriega de tiros. En el suelo quedó muerto el asaltante, mientras otras nueve personas resultaban heridas de menor consideración.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, compareció ante los medios con aire de cierto alivio porque la colaboración ciudadana ha evitado una tragedia de mayores proporciones en una de las zonas más concurridas de la Gran Manzana. La confusión inicial hizo pensar a muchos ciudadanos en la sombra de un nuevo ataque terrorista, una posibilidad descartada por las autoridades una vez se verificó la identidad del asaltante y la relación con la empresa de confección de ropa donde cometió su único asesinato.

«Tenemos un vídeo que muestra cómo el sospechoso saca su arma primero y trata de disparar a los agentes», señaló el alcalde en defensa de la acción de sus hombres. En cuanto a la procedencia de las balas que causaron heridas a los viandantes, Bloomberg admitió que algunas pueden proceder de las armas de los policías.

Irene Timan es una mujer de 35 años que caminaba codo con codo con Ercolino en la puerta de entrada de su empresa situada en la calle 33 de Manhattan cuando vio acercarse a Jeffrey Johnson. «Cuando lo miré enseguida vi cómo sacaba un arma de su chaqueta. Pensé, ¡Dios mío!, ¡lo va a matar! Por un momento quise empujarlo y apartarlo de su camino», dijo Timan en una entrevista telefónica desde la comisaría de Policía donde estaba siendo interrogada. «Sabía que iba a ocurrir pero era demasiado tarde para actuar. Mi amigo gritó y Jeff le disparó. Luego se dio la vuela y se fue». Ercolino murió en el acto al recibir un disparo en el pecho y otro en la cabeza.

Estado estable

El jefe de la Policía de Nueva York, Raymond Kelly, ha confirmado que el supuesto asesino portaba un arma semiautomática en una bolsa con capacidad para ocho balas. De ellas, tres terminaron en el cuerpo de Steve Ercolino, que ejercía como vicepresidente de la compañía 'Hazan Imports'.

En la sala de emergencia del hospital Bellevue, donde fueron trasladados la mayoría de los heridos, Terence Baksmaty dijo a 'The New York Times' que su hermano de 23 años se hallaba entre los heridos porque se encontraba vendiendo billetes para un autobús turístico con parada en el Empire State. Un portavoz del centro sanitario señaló que las seis personas ingresadas se encuentran en estado estable y su vida no corre peligro. El resto de los heridos tratados en otros hospitales también sufre lesiones y contusiones menores.

Michael Bloomberg, destacado defensor de una revisión de las leyes sobre el control de armas en EE UU, no dejó pasar ayer la ocasión para pedir a los líderes embarcados en la lucha por la presidencia un compromiso en esta materia. Se trata además del segundo incidente de este tipo, con disparos, que se produce en Manhattan en menos de dos semanas, después de que el pasado 11 de agosto unos agentes abatieran a tiros a un indigente en la concurrida Times Square.