Un exgeneral colombiano confirma nexos entre Policía y paramilitares
Mauricio Santoyo, antiguo responsable de seguridad de Uribe, admite haber recibido sobornos a cambio de información
LA HABANA.Actualizado:El caso del general retirado Mauricio Santoyo escandaliza y preocupa a la sociedad colombiana. El militar se declaró culpable en una corte de Virginia (Estados Unidos) de recibir sobornos de paramilitares a cambio de avisarles de operativos antinarcóticos. Tras su confesión, la Fiscalía del país andino abrió cuatro investigaciones contra él, que a su vez ha demandado al Estado por mantenerlo destituido durante cinco años.
El presidente, Juan Manuel Santos, lo acusa de «traición» y ha adelantado que «hay que pedirlo en extradición aquí para que nos lo devuelvan y confronte la Justicia colombiana» en cuanto cumpla su condena. «Yo estoy realmente muy defraudado de este individuo: traicionó a su institución y a su país hizo un tremendo daño», agregó el mandatario.
El jefe del Consejo de Estado, magistrado Gustavo Gómez Aranguren, señaló, por su parte, que es «lamentable» que Santoyo responda antes en EE UU que en su propio país. Siente además como una burla que reclame al Estado unos 91.000 euros como reparación por los perjuicios que morales y salarios que dejo de percibir por su destitución en el 2003.
Mientras, la defensa del general que de 2001 a 2006 fue jefe de seguridad del entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010) confía en que su cliente pueda salir bien parado gracias a la negociación. El reconocimiento en el juicio de que entre 2001 y 2008 ayudó a los paramilitares implicaría una rebaja sustancial de la pena, de 30 a 10 o 15 años.
Santoyo, que el 3 de julio se entregó en Bogotá a las autoridades estadounidenses, admitió haber recibido sobornos a cambio de información sobre operativos y por alertar de las detenciones previstas, incluidas las de la Dirección Antidrogas Estadounidense (DEA). Asimismo, reconoció haber relizado escuchas telefónicas ilegales en Medellín.
El escándalo más grave
Tras conocerse su testimonio, la Fiscalía colombiana lo investigará pero no podrá procesarlo por delitos que confiese o le prueben en EE UU. En cambio si podrá ser juzgado por concierto para delinquir y por los bienes materiales adquiridos y los de su familia. También podría responder por la desaparición de dos activistas de derechos humanos de Medellín, la ciudad en la que desde 1995 mantuvo cargos importantes en unidades policiales especiales. A esta época se remonta su cercanía con Uribe, quien buscando limpiar su nombre y alejar sospechas pidió que le pregunten específicamente por esos temas.
El grupo paramilitar con el que colaboró Santoyo -Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)- se acogió a un proceso de paz en 2006 y quedó oficialmente disuelto a pesar de que los acusaban de horrendos crímenes en sus 30 años de existencia. Aun así, el juicio contra el exgeneral no deja de ser el escándalo más grave que protagoniza un miembro de la Policía.