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Dos días de atletismo entre intrigas
Los campeonatos nacionales se celebran este fin de semana con la carrera por la presidencia de la Federación de fondo
PAMPLONA Actualizado: GuardarFermín Cacho ha sido el primero en mostrar públicamente su candidatura a la presidencia de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA). El campeón olímpico lo hizo en el hotel La Perla de Pamplona, la ciudad que este fin de semana acoge por primera vez los Campeonatos de España al aire libre. Será una cita atípica. Por las fechas, primordialmente, en el invierno de la temporada, con los Juegos Olímpicos ya por detrás. Y por el barullo electoralista que se ha formado a tres meses de las elecciones, con Cacho, aliado con Martín Fiz, y Vicente Añó, exvicepresidente de la RFEA, las dos alternativas al eterno José María Odriozola, próximo a cumplir 24 años acomodado en el trono del atletismo español.
Queda un movimiento más: la junta de gobierno de la RFEA, el domingo, en la que es posible que se le anuncie a Odriozola un candidato de consenso. El presidente meditará si lo acepta. En caso contrario mantendrá su idea inicial de afrontar su séptimo mandato. ¿Añó? ¿Cacho? ¿Odriozola? ¿Una cuarta opción? Da igual el nombre. Lo vital para el atletismo es un revulsivo que relance un deporte que languidece en España y que ha salido sin premios de los dos últimos Juegos Olímpicos.
La mejor española en Londres, al contrario que algunas otras estrellas del atletismo nacional, sí estará en el estadio Larrabide. Ruth Beitia tiene claro que allí dará su último salto. Aunque durante sus vacaciones en Roma, con su madre y su hermana, meditará la propuesta de su entrenador, Ramón Torralbo, quien le pide una temporada más. La santanderina acude a Pamplona en busca de su decimonoveno título (siete al aire libre y once bajo techo).
Algunos atletas, con la temporada, casi cerrada, aprovecharán estos campeonatos para salirse algo del guión. Tres olímpicos se adentrarán en pruebas diferentes. Kevin López, flamante plusmarquista español de los 800, correrá los 400; Isabel Macías hará los 800 y los 1.500, y Concha Montaner defenderá su corona ante la emergente Marieta Jover (líder del año con 6,69 en altitud) y probará en los 100.
El regreso de Casado
El 1.500, como siempre, es una de las pruebas más llamativas. Hay ausencias notables, como Manolo Olmedo o Juan Carlos Higuero, pero estarán los dos que han dominado la distancia este año: Álvaro Rodríguez, el más rápido, y David Bustos, bronce en el Europeo de Helsinki. Aunque en la lista de participantes sobresale un nombre, el de Arturo Casado, que reaparece después de una larga ausencia.
El madrileño alcanzó la cumbre en Barcelona, donde se proclamó campeón de Europa hace dos años. Entonces fue el momento de plantearse nuevos retos, de pensar en una medalla mundial u olímpica. Pero, de golpe, se hizo la oscuridad. Las lesiones, crueles hasta la desesperación, han arruinado los dos años posteriores a este triunfo.
Casado viaja a Pamplona feliz. Otra vez atleta. Otra vez en un Campeonato de España. Otra vez corriendo ante el público que le admira. «Han sido dos años muy complicados, muy duros», recuerda desde el tren, con los clavos afilados en la bolsa, mientras enumera las lesiones, hasta cuatro, que han sido un martirio para el pupilo de Dionisio Alonso. «Ya están olvidadas y creo que no estoy con la forma de Barcelona, pero sí para luchar por un nuevo título. Voy con muchas ganas», relata.
A sus 29 años aún se ve «con recorrido», después de unos Juegos vividos como telespectador, y habla ya abiertamente de un ciclo olímpico que concluirá en 2016 en Río de Janeiro. «El primer objetivo en Pamplona es disfrutar, volver a sentirme atleta, porque no me juego nada. Pero voy a pelear. Después llegará el momento de demostrar que todavía tengo mucho que decir». Atrás quedan, al fin, años largos, fangosos, muy duros «psicológicamente». Dos temporadas en los que se ha apoyado en su familia, sus amigos y su novia. «Ha habido momentos de debilidad, pero este deporte es así y te enseña a superar los obstáculos».