«Al Gobierno le preocupa muchísimo un posible triunfo independentista»
Actualizado: GuardarO el Gobierno desconfía de los sondeos previos al anuncio de adelanto electoral en el País Vasco, que vaticinan un triunfo del PNV seguido por EH Bildu, o sencillamente teme que la formación abertzale logre llegar a Ajuria Enea como partido más votado o como socio de la formación que encabeza Iñigo Urkullu. Lo cierto es que Soraya Sáenz de Santamaría aseguró ayer que al Ejecutivo de Mariano Rajoy le preocuparía «muchísimo» que una opción independentista ganara los comicios convocados para el 21 de octubre en el País Vasco.
La vicepresidenta del Gobierno, en una charla informal con periodistas durante una visita a la sede del Boletín Oficial del Estado (BOE), vaticinó que una victoria de EH Bildu generaría un clima de inestabilidad política que se sumaría a los graves problemas económicos que padece la sociedad vasca como consecuencia de la crisis económica que azota a toda España. Sáenz de Santamaría entiende que lo mejor para los ciudadanos vascos sería «un proyecto de estabilidad» que otorgue confianza a los mercados y a los inversores internacionales.
Desde la Moncloa temen que un lehendakari independentista no adoptaría las medidas de ajuste necesarias para que Euskadi contribuya, dentro de la singularidad fiscal que le confiere el denominado concierto vasco, a la obligada reducción del déficit del conjunto del Estado.
La número dos del Gobierno eludió responder a los periodistas sobre si, además de la alarma independentista, alberga algún resquemor a que el PNV pueda resucitar viejas propuestas soberanistas como la que puso sobre la mesa en 2003 el exlehendakari Juan José Ibarretxe, que promulgaba la necesidad de establecer un marco normativo de «libre asociación» del País Vasco con España que permitiese alcanzar la soberanía compartida e, incluso, la autodeterminación de Euskadi.
Sáenz de Santamaría tampoco quiso valorar si Patxi López ha acertado o no con la fecha del adelanto electoral. Esta cuestión ha generado un cierto debate en el seno del PP porque uno de los motivos que han llevado al socialista López a disolver el Parlamento vasco -y que puede permitir a la izquierda abertzale tocar poder en el País Vasco- ha sido precisamente la decisión del PP de retirarle su apoyo.
Para evitar fisuras, Génova ha preparado un argumentario para dejar clara la posición del partido. Un guion que ayer siguió al pie de la letra el portavoz del Grupo Popular en el Senado, José Manuel Barreiro, que responsabilizó de esta ruptura a la «deslealtad» que habría cometido Patxi López por el «uso partidista» que, a juicio de los populares, habría hecho de su cargo. «El lehendakari se ha dedicado a criticar las medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy en vez de trabajar para mejorar la situación de los vascos», espetó Barreiro tras reunirse con los senadores populares.
Política antiterrorista
No obstante, la polémica que realmente preocupa a la dirección del Partido Popular y al Gobierno es la que ha provocado Jaime Mayor Oreja al asegurar que la concesión del tercer grado penitenciario al etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, uno de los autores del secuestro de José Antonio Ortega Lara, o el acercamiento de otros presos de la banda terrorista al País Vasco fortalece a ETA «que está en condiciones, por primera vez en la historia, de alcanzar el poder, ni más ni menos».
Soraya Sáenz de Santamaría, preguntada por los informadores sobre este asunto, eludió cualquier cuerpo a cuerpo con el veterano dirigente popular, aunque sin citarlo le mandó un claro mensaje al recordar que la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias, organismo dependiente del Ministerio del Interior que concedió el tercer grado a Bolinaga, tiene que cumplir, como lo hizo en el pasado, con la ley y con las reglas que rigen nuestro Estado de Derecho.
La vicepresidenta conoció apenas unos minutos antes de iniciar su visita a la sede central del BOE que Uribetxebarria y otros presos de la banda terrorista habían puesto fin a la huelga de hambre que habían iniciado para reclamar la excarcelación del propio Uribetxebarria por motivos humanitarios, ya que según un informe médico no le quedan más de nueve meses de vida. Una noticia que, en cualquier caso, no quiso valorar.
Al hilo del proceso electoral en el País Vasco, a la lugarteniente de Mariano Rajoy también le cuestionaron sobre la posibilidad de que el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, adelante también los comicios en su comunidad para que no haya dos campañas electorales seguidas -la vasca el próximo octubre y la gallega en marzo del año que viene-. La vicepresidenta quiso dejar claro que el Gobierno no debe ni puede opinar al respecto para no condicionar las decisiones de los presidentes autonómicos, aunque la tesis del Ejecutivo es intentar reducir gasto allí donde sea posible. La celebración conjunta de ambos comicios supondría un ahorro para las arcas públicas.