Todd Akkin. :: AFP
MUNDO

Los republicanos pueden perder el Senado por las «violaciones legítimas»

El candidato Todd Akin permanece en la carrera a la Cámara Alta, pese a las duras críticas recibidas por sus comentarios machistas

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El reloj marcó las seis de la tarde y Todd Akin seguía allí, para disgusto de su propio partido. La influyente comentarista conservadora Ann Coulter había prometido «no odiarlo oficialmente» hasta que pasara la hora límite en la que el Partido Republicano podría cambiar fácilmente su nombre en la papeleta. El asiento de Missouri al que opta Akin se considera el más clave de los cuatro netos que necesitan los republicanos para conquistar la Cámara Alta, pero los absurdos comentarios del congresista sobre la capacidad «biológica» de las mujeres para evitar un embarazo si la violación es «legítima» ponen en riesgo la victoria que ya acariciaban.

Cuando uno de los suyos mete la pata los republicanos cierran filas y culpan a la prensa, pero esta vez hay mucho en juego. Varios comités que canalizan miles de millones para la lucha por el Senado han amenazado con retirar su ayuda si Akin sigue en la contienda. Desde hoy, lo tiene más difícil. Tras pasar el límite legal para cambiar el nombre del candidato en las papeletas, Akin tendría que lograr la venia de los tribunales antes de final de septiembre si todavía quisiera hacerlo. Después de eso, todo estará perdido y su nombre será imborrable.

«Mira, si fuera yo... Bueno, no podría ser yo porque yo nunca diría algo tan estúpido, pero si fuera yo y tuviera la oportunidad de dejar que se presentase alguien más para darnos una mejor oportunidad de ganar, me apartaría del camino». El que hablaba era Reince Priebus, presidente del Partido Republicano que se paseó por las pantallas para decirlo «tan claro como sea posible». En la cadena Fox, casa de la ultraderecha, Coulter le animaba al decir que «si se retira, sacrificando sus intereses personales para salvar al país, será hora de que todos los buenos hombres se agrupen en torno a él como un patriota americano».

No fue así, Akin dice que está en esta lucha para ganar. Ayer se limitó a sacar un vídeo pidiendo perdón. «Me equivoqué en las palabras, no en el corazón», dijo recordando que tiene dos hijas y que las violaciones son «algo perverso». Su rival Claire McCaskill, muy cercana a Barack Obama, le consideró desde el principio el candidato más débil de los tres que optaban a destronarla. Prueba de ello es que invirtió 1,5 millones de dólares (1,21 millones de euros) en ayudarle a ganar. Por ahora la inversión se ha demostrado rentable, pero McCaskill sigue lejos de darle caza en las encuestas.