Rajoy inicia el curso con el objetivo de cumplir con el déficit sin tocar las pensiones
El presidente y el Rey mantendrán mañana en la Zarzuela su primer despacho tras las vacaciones
Actualizado:Relajado y sereno, pero consciente de lo mucho que se juega España en los próximos cuatro meses. Así se mostró ayer Mariano Rajoy al reincorporarse a su despacho tras dos semanas de vacaciones, comentaron fuentes de la Moncloa. El presidente del Gobierno inicia el curso político centrado en el principal e «irrenunciable» objetivo de su primer año de mandato: reducir el déficit del Estado hasta el 6,3% a finales de año para cumplir con el compromiso adquirido, tras varios tira y afloja, ante la Comisión Europea. Un reto que preocupa más al presidente que la posibilidad de que España solicite un «rescate blando» a Bruselas, tal y como vaticinan los analistas de los principales mercados internacionales.
Rajoy, que atraviesa el momento más bajo de popularidad según el CIS, ha sacrificado ya la mayor parte de sus promesas electorales para demostrar a la UE que es un socio fiel y plenamente convencido de que impere la estabilidad presupuestaria en la zona euro.
El líder del PP, que ha confesado que subió a su pesar los impuestos y metió la tijera en Sanidad y Educación, ha dejado claro a sus colaboradores que tocar las pensiones debe ser el último recurso. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de España en la zona euro puede precipitar los acontecimientos. La meta de Rajoy es salvaguardar una de las escasas banderas de su acción de Gobierno que aún le queda en pie: las pensiones, única partida presupuestaria que subió en 2012 (un 3,2%).
Pero los 'hombres de negro' de Bruselas han puesto los ojos en los 115.825,93 millones de euros que el Gobierno abonará en 2012 a los jubilados españoles, y que suponen 37,1 euros de cada cien presupuestados. Una cantidad que se incrementará en 2013 si el Ejecutivo cumple con su anuncio de actualizar las pensiones para compensar la subida del IPC, que en la actualidad es del 2,2, aunque aún falta por conocer el impacto que tendrá en la inflación la subida del IVA que entrará en vigor el 1 de septiembre y que podría disparar este porcentaje hasta casi el 3%.
La idea del Ejecutivo era abonar una paga a los jubilados en enero para compensar este incremento y consolidar dicha subida en los Presupuestos Generales del Estado de 2013. Un aumento del gasto social que Bruselas vería con malos ojos, sobre todo si torpedea el objetivo de menguar los números rojos del Estado. Mariano Rajoy, que ya peleó como gato panza arriba para evitar el alza del IVA, busca fórmulas para no atravesar la última frontera a la espera de conocer el impacto real en la recaudación del Estado del aumento de la presión impositiva.
El otro gran frente abierto que se asoma a un otoño 'caliente' desde el punto social, ante las movilizaciones anunciadas por los sindicatos contra el plan de ajuste del Ejecutivo es, sin duda, la posibilidad de pedir ayuda económica que complemente la línea de crédito de hasta cien mil millones de euros que ta concedió la Comisión para los bancos españoles.
Consejo de Ministros
El presidente aguarda, como en una partida de ajedrez, a que el Banco Central Europeo (BCE) mueva pieza. Lo hará en la decisiva reunión del 6 de septiembre. La respuesta de Rajoy dependerá de si la decisión que adopte la institución que preside Mario Dragui y que, según Madrid, solo puede ser la compra de deuda soberana española como antídoto contra los especuladores y los vaivenes de los mercados. El destino ha querido que ese día, Mariano Rajoy reciba en Madrid a la presidenta Angela Merkel, que participará en un foro empresarial hispano-alemán en Madrid.
Rajoy no tiene hoy agenda oficial, aunque, según fuentes de Moncloa, trabajará en su despacho. Mañana acudirá a la Zarzuela para mantener su despacho semanal con el Rey, el primero tras la vuelta de ambos a Madrid, dos días antes del Consejo de Ministros que prorrogará la ayuda de 400 euros para parados, aprobará las líneas generales del «banco malo» y previsiblemente endurecerá las condiciones futura de mercado de las denominadas preferentes, que afectan a más de medio millón de pequeños ahorradores españoles. El jueves, además, presidirá la Comisión Delegada de Asuntos Económicos en Moncloa.