Quito se dice abierto al diálogo y suma apoyos de sus vecinos
QUITO.Actualizado:La amenaza de retirar la inmunidad a la Embajada ecuatoriana en Londres para poder detener a Julian Assange y extraditarlo a Suecia está acarreando a Reino Unido la censura de la gran mayoría de los países latinoamericanos. El Gobierno de Rafael Correa, que el jueves concedió el asilo diplomático al fundador de Wikileaks, se mostró ayer abierto al diálogo con el Ejecutivo británico, al que exige que retire primero la amenaza de asaltar la sede diplomática.
Esta hipótesis, que Londres llegó a formular por carta amparándose en una ley interna de 1987, fue desestimada ayer por Scotland Yard. En respuesta a la afirmación de Assange de que los agentes trataron de entrar en la Embajada ecuatoriana el miércoles, la Policía negó este extremo. Pero es precisamente la advertencia británica, unida a la extendida sospecha de que una extradición de Assange a Suecia terminaría con el líder de Wilileaks en EE UU, la que está permitiendo al Gobierno de Ecuador sumar cada vez más apoyos entre sus países vecinos.
Rafael Correa se apuntó un primer tanto con la convocatoria, para el próximo viernes en la capital estadounidense, de la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que pertenecen EE UU y Canadá. La madrugada de ayer obtuvo además el respaldo del ALBA, la alianza que comparte con Cuba, Venezuela y Nicaragua, al que siguió el de los cancilleres de Unasur reunidos en Guayaquil. Las declaraciones de presidentes como Hugo Chávez -«Latinoamérica debe ser respetada»- revelan que Correa estaría consiguiendo su propósito de convertir un contencioso bilateral con Reino Unido en un problema de todo el continente.