Brahimi sustituye a Annan como mediador en Siria

Los apenas 150 cascos azules que quedan en Siria están a punto de abandonar el país. La misión se despide después de cinco meses y el organismo internacional busca una nueva fórmula para promover una resolución pacífica del conflicto, una «prioridad», según la ONU, que a partir de ahora será responsabilidad del diplomático argelino Lajdar Brahimi. Los observadores abandonarán el país en 24 horas y su lugar lo ocupará una oficina de enlace que coordinará el trabajo de las distintas agencias de Naciones Unidas que operan en Siria.

«El secretario general aprecia la voluntad de Brahimi de traer su considerable talento y experiencia para esta tarea crucial, para la que necesitará el apoyo firme, claro y unido de la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad», declaró Eduardo del Buey, portavoz de Ban Ki-moon, durante el anuncio oficial del nombramiento del que será el nuevo enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria en sustitución de Kofi Annan.

A sus 78 años Brahimi se enfrenta al mayor reto de su dilatada carrera como mediador en la resolución de conflictos. Tras su paso por las misiones de la ONU en Irak y Afganistán le espera la guerra abierta en que se ha convertido la revuelta contra Bashar el-Asad, una guerra que fue incapaz de frenar el plan de seis puntos propuesto por Kofi Annan y que ha llevado al país a una espiral de violencia que parece no tener fin.

La agencias del organismo siguen trabajando y «cada vez que paran los enfrentamientos lo aprovechamos para, rápidamente, distribuir la ayuda», aseguró la portavoz del Programa Mundial de Alimentos, Elisabeth Byrs. El esfuerzo se centra en Alepo, segunda ciudad del país y donde se registran combates a diario. «En los últimos tres días hemos distribuido comida a 40.000 personas», afirma.