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Economia

La prima de riesgo de España se relaja con la vista puesta en el Banco Central Europeo

Grecia se plantea pedir dos años más para aplicar los ajustes y poder así rebajar el déficit al nivel comprometido

M. J. ALEGRE
MADRID.Actualizado:

La calma reina en los mercados. Con el Gobierno de vacaciones y en una jornada festiva en el ámbito laboral, el negocio fue ayer mínimo en la Bolsa y la buena noticia la dio la prima de riesgo, que descendió 19 puntos para quedar en 508 al cierre del parqué. Es el nivel más bajo desde el pasado 5 de julio, la fecha en que la autoridad monetaria del euro anunció otra rebaja de los tipos de interés para reanimar a la alicaída economía de la zona.

Algo ayuda que el bono alemán a diez años haya elevado su rentabilidad hasta el 1,55%, en tanto los inversores exigen un interés del 6,64% por comprar obligaciones españolas del mismo plazo, porque la prima de riesgo es el reflejo de esa diferencia. Pero los expertos interpretan que las tensiones empiezan a ceder porque la compra de deuda por parte del Banco Central Europeo puede estar a la vuelta de la esquina, previa petición de rescate 'suave' por parte de Rajoy. El presidente Draghi orientó su actuación hacia los títulos de corto plazo, y los bonos españoles a dos años han recortado su rendimiento en una sesión siete centésimas, hasta quedar en el 4,14%.

El alivio llegó por esta misma vía en plena tormenta hace justamente un año. En la mitad de agosto de 2011, las primas de riesgo de Italia y España, que habían llegado a escalar los 400 puntos, se redujeron hasta quedar por debajo de 270 tras conocer que el organismo emisor de la moneda única, todavía presidido por Trichet, había comprado deuda de los dos países en el mercado secundario por importe de 22.000 millones de euros en una semana. Y los inversores interpretaron que estaba dispuesto a seguir actuando. Desde entonces, la brecha se ha abierto entre España e Italia, cuya prima de riesgo se cifra ahora en 420 puntos.

La evolución del mercado secundario de deuda actuó como un sedante para el Ibex-35, que tras registrar pérdidas en el arranque de la sesión, cerró prácticamente sin cambios, con mínima alza del 0,06% y un registro de 7.129 puntos. También el CAC-40 de París concluyó en tablas, al registrar un pequeño descenso del 0,03%. Milán no celebró sesión, el principal indicador del parqué de Londres perdió el 0,54% y el Dax de Francfort cedió el 0,4%.

En Madrid, la cotización de Bankia prosiguió su particular trayectoria en forma de montaña rusa y en la sesión de ayer se apuntó de nuevo un notable ascenso. A dos días de fuertes descensos han sucedido aumentos del 11% y del 6,37%. Otro valor en alza fue Abengoa, con subida del 5,7%. Registraron incrementos más moderados las acciones habitualmente más negociadas: Telefónica y BBVA tuvieron mejoras del 0,35% y la revalorización del Santander se limitó al 0,13%.

El drama griego

Un año atrás, los problemas griegos provocaban tormentas en el resto de los mercados de la zona euro. Este miércoles semifestivo de agosto, los inversores optaron por no tomar en consideración la posibilidad de que Grecia pida dos años más a sus acreedores, hasta 2016, para poner en marcha los ajustes presupuestarios y cumplir el plan de austeridad comprometido con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. El diario británico 'Financial Times' adelantó que el primer ministro Antonis Samaras formulará esa demanda a dos de los principales líderes europeos en los encuentros que celebrará con Angela Merkel el 24 de agosto en Berlín y con François Hollande, el día siguiente en París.

El Gobierno alemán, reunido por vez primera tras las vacaciones, dejó claro que solo toma en cuenta en sus relaciones con Grecia lo establecido en el documento que fija las condiciones del rescate. «El informe de la troika será la base de cualquier decisión futura», precisó el portavoz.

El periódico económico británico explicó que el Ejecutivo de Atenas necesita, además de la prórroga, otros 20.000 millones de euros adicionales para cuadrar sus cuentas y reducir el déficit. En sus planes figura financiarse con los fondos ya obtenidos del FMI, la realización de emisiones de deuda y retrasar de 2016 a 2020 el inicio del reembolso del primer préstamo de 110.000 millones recibido. Según lo acordado, en 2020 Grecia tendría que reintegrar los 130.000 millones del segundo préstamo.

La normalización de los mercados del dinero no está próxima, mientras las exigencias se acumulan. El pasado martes, Grecia consiguió captar 4.063 millones en letras del tesoro a tres meses pero con tipos de interés al alza. Con esta emisión el Gobierno confía en cubrir gastos corrientes y quizás reembolsar parte de la deuda por valor de 3.200 millones de euros del BCE, que vence el 20 de agosto.

En cualquier caso, el país heleno recibe las ayudas dosificadas. Ahora mismo está a la espera de un nuevo 'paquete' de 31.500 millones euros por el que se le exige un plan de ahorro de 11.500 millones que el Gobierno tripartito griego solo podrá cumplir si aplica un nuevo programa de reformas muy impopulares tras los fuertes ajustes ya en vigor.

Atenas cuenta con aliados alemanes. «Mantener a Grecia en la zona euro no es fácil pero es posible, con la condición de que haya solidaridad y esfuerzos comunes», dijo el excanciller germano Gerhard Schröder, que cree que la salida de este país del bloque de la moneda común europea pondría en peligro la permanencia de Portugal, España e Italia.