De asesino de Kennedy a etarra
La polémica de 'Counter-Strike: Global Defense' aviva el debate sobre hasta dónde puede llegar la trama de los títulos de acción Algunos videojuegos permiten a los usuarios ponerse en el papel del villano
MADRID.Actualizado:La polémica surgida a raíz del videojuego 'Counter-Strike: Global Defense', en el que los usuarios pueden convertirse en miembros de un comando de la banda terrorista ETA, es tan viejo como las antiguas cintas que se utilizaban para jugar con las consolas. Desde que la sangre comenzó a aparecer en las pantallas, las voces críticas se alzaron para denunciar este tipo de entretenimiento por considerarlo incorrecto, poco ético o que podía influir en conductas violentas en los niños.
Ya en 1989 el juego 'KZ Manager' simulaba un campo de concentración nazi en el que el jugador debía gestionar los suministros para los apresados o la forma en los que los hacía desaparecer. Dos años después, 'Wolfenstein 3D', un videojuego de disparo en primera persona, empleó la simbología nazi e incluso incluyó el himno de este partido en la trama. Este juego fue vetado en Alemania en 1994. «Está claro que cada pueblo tiene una sensibilidad determinada para según qué símbolos, y entendemos que 'Counter Strike: Global Defense' puede herir la sensibilidad de cualquier persona que se haya visto afectada por el terrorismo etarra», comenta Rubén Sánchez, portavoz de Facua-Consumidores, uno de los grupos que se ha manifestado en contra del videojuego en el que se recogen personajes ataviados con una txapela y una capucha blanca que cubre sus caras.
Además, esta facción, clasificada en el bando terrorista, es apodada en el juego como 'Separatistas'. «Estamos en contra de esta terminología, porque hay separatistas que no son ni mucho menos terroristas», apunta José Marco, vicepresidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). «Estamos en contra de cualquier publicidad que se le dé a la banda, aunque al menos están claramente identificados como terroristas», concluye.
Pero los ejemplos de polémicos videojuegos que colocan a los usuarios en personas o grupos 'políticamente incorrectos' no terminan ahí. Entrar en el personaje de Lee Harvey Oswald, el asesino de John F. Kennedy era posible en el videojuego JFK Reloaded, de 2004, estrenado en el 41 aniversario de su muerte. O 'Bully', que recrea a un matón de instituto criticado por glorifocar o trivializar el acoso escolar son solo algunos ejemplos.
La forma en que se presenta a los protagonistas muchas veces es sesgada, con el fin de encajarlos en la trama principal. En el caso de 'Counter Strike: Global Defense' se define al grupo 'Separatistas' como «una facción minoritaria», inclinada a cometer «actos atroces de terror con el fin de lograr su visión nacionalista», motivado por un «deseo abrumador de autodeterminación». «El videojuego le presenta con valentía, pero siempre han sido unos cobardes, con el tiro por la espalda y los coches bomba. Deberían haber valorado más la sensibilidad de los españoles en este tema», recalca el representante de las víctimas.
Influencia
Mucho se ha escrito también sobre la influencia que los videojuegos violentos pueden ejercer sobre las personas. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, declaró que está en contra de los videojuegos que «ensalzan a ETA, como los que ensalzan a Al-Qaida, la camorra napolitana o al cartel de drogas de Medellín, ya que no son ejemplo para los jóvenes», refiriéndose al videojuego en el que los usuarios pueden convertirse en etarras. En relación a este caso, tras la masacre en el instituto de Colombine, se comentó la posible relación entre los actos asesinos y la adicción de éstos al juego 'Doom', en el que había que eliminar a criaturas salidas del Inframundo.
También se ha alzado en contra de este videojuego el delegado del Gobierno del País Vasco. Carlos Urquijo pidió la retirada del producto a la empresa responsable, Valve Corporation, y lo calificó de «disparate absoluto» y «humillación para las víctimas de ETA». Urquijo apostilló que es «una ofensa a todos los españoles que han tenido que padecer tanto durante 50 años como para que ahora lo consideren un juego virtual». En este sentido, en 2005 se lanzó a la venta 'Super Colombine Massacre RPG!' donde el jugador podía ponerse en el pellejo de Eric Harris y Dylan Klebold, los estudiantes que dispararon a decenas de compañeros en su escuela.
El juego utilizaba imágenes reales del suceso y se pudo descargar gratuitamente el día del sexto aniversario de la masacre. Su creador aseguró que desarrolló el videojuego «para profundizar en el entendimiento del tiroteo y sus posibles causas». A pesar de sus explicaciones, la opinión pública se posicionó en contra de este juego.