DEPORTISTAS

Terminaron los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y, como siempre, las grandes potencias deportivas vuelven a acaparar un gran número de medallas, conseguidas en múltiples disciplinas deportivas. La verdad, tengo un gran respeto por esos miles y miles de deportistas que tienen la suerte de poder competir en unas Olimpiadas. Debe ser lo máximo poder ser partícipe de un evento como éste, y más aún poder conseguir una medalla o un diploma olímpico. Para ello, muchos países tienen una conciencia grande del peso que tiene el deporte en la sociedad, y ofrecen la oportunidad, a través de becas deportivas, de poder dedicarse en exclusiva a preparar con empeño esa disciplina en la que se va a competir. Por eso a nadie extraña la supremacía de Estados Unidos o China, o en un menor nivel de Francia o Gran Bretaña. Pero entre tanto nombre, entre tantos deportistas, al final solo unos pocos son los que son recordados para casi la eternidad. Son esos deportitas GRANDES, con mayúsculas, esos deportistas que te hacen sentar ante el televisor por el simple hecho de que participan ellos. Personas nacidas con un don especial para la práctica de un determinado deporte, y que gracias a sus horas y horas de entreno, a su afán de superación, a su fortaleza física y mental, son capaces de crear una admiración sobre ellos en el mundo entero, independientemente del país al que representen. Desde aquí presento mi admiración y respeto por ellos, por Usain Bolt y Michael Phelps. Como en su día disfrutaba con Carl Lewis O Michael Jordan. Pero como no quiero ser injusto con otros muchos deportitas, allá van sus nombres como simple homenaje: Roger Federer, Rafa Nadal, Pau Gasol, Lebron James, Lance Armstrong... A todos ellos, ¡gracias!