Las tribus beduinas se suman a la ofensiva en el Sinaí
El Ejército egipcio detiene a seis presuntos autores del atentado mientras Israel permite a El Cairo el aumento de tropas en la península
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLa 'operación águila', esa gran demostración de fuerza que el Ejército egipcio está llevando a cabo en el Sinaí y cuyos resultados y desarrollo son un tanto confusos, produjo ayer sus primeros frutos. Los militares detuvieron a seis sospechosos de participar en el atentado que costó la vida a 16 soldados egipcios el pasado domingo. El Cairo ha realizado el mayor despliegue que se recuerda desde la guerra de 1973 para «limpiar» la península de grupos extremistas.
El ministro del Interior, Ahmed Gamaledin, dice haberse asegurado el apoyo de las tribus beduinas para localizar a los terroristas, un paso imprescindible para el éxito de la operación. En la península existen una docena de tribus principales, cuya relación con las fuerzas de seguridad ha sido cuando menos tensa, ya que los beduinos se consideran discriminados y maltratados. Gamaledin se reunió con los cabecillas de estos clanes el jueves para intentar convencerles de que la estabilidad del Sinaí también depende de sus habitantes.
La ayuda de los beduinos podría haber sido crucial en las detenciones de ayer, que se produjeron en una casa en Sheij Zueid, cerca del paso fronterizo de Rafah. La televisión estatal informó de que seis milicianos islamistas habían sido arrestados, aunque una fuente de seguridad dijo a la agencia AP que la cifra total era de nueve, y que habían sido pillados por sorpresa mientras dormían.Desde el atentado del domingo, el paso de Rafah ha permanecido cerrado, pero las autoridades egipcias permitieron ayer su apertura temporal para que un grupo de peregrinos palestinos que habían viajado a La Meca pudieran regresar a la Franja. El Cairo ha cerrado la entrada por seguridad, ya que cree que algunos de los terroristas procedían de Gaza, algo que Hamás niega. El cierre de la única frontera que no controla Israel preocupa a Hamás, más aún después de que Egipto comenzara a sellar los túneles ilegales que unen el Sinaí con la Franja, que han servido de alivio para la asfixia que supone el bloqueo impuesto por Israel, pero que también se han convertido en un coladero de armas ilegales y de milicianos extremistas. Los líderes tribales han prometido al ministro que también ayudarán a cerrar los túneles. «Que se enfade Hamás, no nos preocupa», afirmó uno de estos líderes, Eid Abu Marzuka, a Reuters. El contrabando, sin embargo, es una de las grandes fuentes de ingresos de algunas familias en el Sinaí, una práctica que ha crecido como la espuma desde que Israel endureció en 2007 el bloqueo de Gaza.
Tel Aviv ha acogido de buen grado la operación en el Sinaí, tanto que el titular de Defensa hebreo ha llegado a declarar que Egipto está actuando contra el extremismo «con una determinación que no recordaba».
También ha autorizado el aumento de tropas en la península, requisito imprescindible según los acuerdos de Camp David. No obstante, Israel ve con desconfianza el llamamiento de los Hermanos Musulmanes para renegociar el tratado ya que es consciente de que ello significaría abrir la caja de los truenos.