El aniversario de la muerte de Marilyn resucita las teorías de la conspiración
MADRID.Actualizado:En la madrugada del 5 de agosto de 1962 se difundía la noticia. Marilyn Monroe yacía muerta en su cama. Su ausencia dejaba huérfano del mayor icono femenino del siglo XX al mundo, y este no podía aceptar la tesis oficial: suicidio por sobredosis de barbitúricos. Muchos siguen sin poder hacerlo. De ahí que los teóricos de la conspiración sigan haciendo oír sus voces.
La tesis más alarmante es la que alude a un asesinato perpetrado por orden de la familia Kennedy, con el fin de ocultar la relación que la actriz había mantenido con John F. Kennedy y posiblemente también con su hermano Robert. A este último lo sitúan varios testigos junto a Marilyn la tarde del 4 de agosto. Entre ellos, Eunice Murray, la ama de llaves de Monroe y 'perro guardián' de la misma por orden de su psiquiatra, el doctor Ralph Greenson, quien aseguró que mantuvieron una agria discusión, probablemente a cuenta del diario de la intérprete. La eliminación de la estrella, premeditada o accidental, habría sido así un crimen de Estado.
Otra hipótesis apunta a Sam Giancana como 'cerebro' de la operación. El gángster, sintiéndose traicionado por los Kennedy, a los que había ayudado a ganar las elecciones y que ahora perseguían implacablemente sus actividades ilícitas, habría orquestado el crimen, a instancias de la CIA -con la que había colaborado en la fallida invasión de Bahía de Cochinos- para implicar a sus odiados enemigos.
Ninguna de estas teorías ha podido ser probada. El FBI vigiló durante años a Marilyn, pero buena parte de sus archivos han desaparecido. La protagonista de 'La tentación vive arriba' tenía la mano en el teléfono cuando fue descubierto su cuerpo. ¿A quién intentó llamar? ¿Se suicidó? ¿Fue un accidente? ¿La asesinaron? El suyo sigue siendo, cincuenta años después, un caso con demasiados cabos sueltos.