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Una mujer con minifalda en plena década de los sesenta. / Archivo
moda

Cincuenta años enseñando pierna

La minifalda nació en las calles de Londres hace medio siglo, y hoy es considerada un icono de la liberación femenina

MARÍA DURO
MADRIDActualizado:

Mientras los jóvenes movían las caderas al ritmo del twist, los Beatles comenzaban a revolucionar la música y la crisis de los misiles de Cuba amenazaba al mundo con una guerra, una nueva mujer asomaba a la sociedad. Corría el año 1962 y entre las féminas crecía la necesidad de revelarse contra el rol que se les había impuesto durante décadas. Querían libertad, despojarse de las ataduras. Y la búsqueda de ese anhelo se aliaron con la moda. Menos tela, más pierna. Así llegó la minifalda.

La diminuta prenda conmemora este año medio siglo de vida. Una andadura que se originó en las calles de Londres, entre ansias de libertad y provocación, y que hoy está considerada como un icono de la revolución femenina que se vivió durante la década de los 60.

Más allá de cualquier simbolismo social, la minifalda -nombre tomado del popular coche Mini- también puso patas arriba la moda, que vio como la falda subía hasta 15 centímetros por encima de la rodilla. Aunque el tijeretazo a la longitud de la prenda escandalizó a la sociedad de la época, el modelo original está lejos de lo que se puede ver hoy en día: mucho más corto y siempre reinventado bajo los caprichos de las tendencias.

La paternidad de la prenda

A pesar de que la idea nació en las calles, la paternidad de la prenda se la disputan el francés André Courrèges y la británica Mary Quant. Ambos fueron diseñadores que se caracterizaron por crear un estilo basado en prendas que permitían una mayor libertad y comodidad a la mujer. Pero lo cierto es que fue ella quién popularizó su uso en Gran Bretaña y en Estados Unidos. Y así se lo reconoció la Corona Británica en 1966, cuando fue nombrada miembro de la Orden del Imperio Británico por su contribución a la industria de la moda.

Fue en 1962 cuando Quant introdujo por primera vez la 'mini' en un desfile. Ese mismo año la provocativa prenda apareció en las páginas de la edición británica de la revista 'Vogue'. Y de ahí al estrellato. A partir de ese momento mujeres como Brigitte Bardot, Audrey Hepburn o la modelo Twiggy no tardaron en enfundarse en ella, lo cual aumentó la popularidad de esta prenda.

A España tardaría un poco más en llegar. No sería hasta mediados de la década de los 60 cuando la minifalda se hiciese presente entre las españolas. Eso sí, con el régimen de Franco vigente, la prenda se topó con muchos detractores al considerarla como un signo de provocación. Manolo Escobar así lo cantaba con su popular: "No me gusta que a los toros te pongas la minifalda…". Sin embargo, artistas de la época, como Rocío Dúrcal, Marisol o Masiel se atrevieron a exhibir pierna sin reparo alguno.