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El corazón y los Juegos Olímpicos

El deporte hay que practicarlo en su justa medida, en el equilibrio está la virtud. ¿Qué ejercicio es el más adecuado para evitar el riesgo cardiovascular?

MADRID Actualizado: Guardar
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El deporte, como todo en la vida hay que practicarlo en su justa medida, demasiado es un término peligroso, en el equilibrio está la virtud. Pero, ¿qué ejercicio físico es el más adecuado para cuidar el corazón? ¿Cuál nos altera más el órgano rey?. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), la natación, el fútbol o el tenis tienen menos riesgo cardiovascular que otros deportes como el triatlón o el remo. De cumplirse esta conclusión, nuestra doble ‘platino’ olímpica, Mireia Belmonte, estaría menos expuesta a sufrir enfermedades cardiacas que la triatleta Ainhoa Murua.

Todo es una cuestión de la cantidad de oxígeno consumido por el organismo y del porcentaje de fuerza utilizado para ello. A partir de esta premisa, avalada por cientos de estudios médicos, la revista estadounidense 'Journal of the American College of Cardiology' ha publicado una clasificación de las diferentes especialidades deportivas en función de su ‘trato’ al corazón.

Los expertos señalan que la actividades físicas con un mayor dinamismo y un menor factor estático son mejores para la salud, en concreto los más adecuados para prevenir daños cardiovasculares, ya que lo que hacen es fortalecer el corazón al reducir la presión arterial. El problema llega cuando se juntan en el ejercicio el componente estático y el dinámico, como les ocurre por ejemplo a los ciclistas.

Los especialistas afirman que los que practican la bicicleta profesional llegan a utilizar más del 70% del consumo máximo de oxígeno del una persona, y eso se puede considerar un riesgo. Otro peligro podría ser el de sufrir dilatación de las cavidades cardíacas auriculares, la fase previa a las arritmias, el lance aumenta si se abandona la práctica del deporte bruscamente.

Lejos de cualquier abuso, los expertos no se cansan de recomendar la práctica controlada de ejercicio físico, ya que según han dicho por activa y por pasivo durante décadas, el ejercicio es beneficioso no solo para la salud y para el cuerpo sino también para el alma y la mente.