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Raoul Wallenberg, el salvador de judíos sueco

Varios países conmemoraron el centenario del nacimiento del diplomático, que libró del Holocausto a miles de judíos húngaros

COLPISA
MADRIDActualizado:

En Sigtuna, en los suburbios de Estocolmo, una ceremonia organizada por la academia Raoul-Wallenberg, con un concierto, reunió en la tarde a la princesa heredera Victoria, al ministro de Educación Jan Björklund y a miembros de la familia Wallenberg. El joven diplomático sueco, de 32 años, aceleró, a partir de julio de 1944, la concesión de cartas de protección a los judíos de Budapest, entonces ocupado por los nazis, y adquirió edificios para darles un estatuto de extraterritorialidad y alojar ahí a la mayor cantidad posible de personas.

Confrontado al drama de los judíos que venían a implorar ayuda a la embajada, "estaba poseído por la idea de salvar vidas", recuerda en el diario Svenska Dagbladet una húngara que trabajó con él en la época, Gabriella Kassius, de 89 años.

Describiéndolo como "un activista frenético", audaz e inventivo, cuenta un episodio donde, molesto por la frecuente visita de los nazis, quienes deseaban verificar las actividades de la delegación sueca, Wallenberg volteó su pupitre gritando "raus!" ("¡fuera!") y "los dos oficiales SS se fueron sin siquiera llevarse sus kepis", según ella.

Otros países han recordado a este hombre que se convirtió en "Justo entre las naciones" tras la creación, en 1963, de esta distinción otorgada por Israel a quienes salvaron judíos en la II Guerra Mundial.

Homenaje mundial

En Berlín, un busto, financiado por la Fundación RaoulWallenberg, iba a ser inaugurado en la tarde. El monumento, realizado por el siquiatra y artista Peter Bulow, cuya familia materna sobrevivió a la Shoah en Budapest, será instalado en el jardín de una iglesia, situada no lejos de la calle Wallenberg.

En Nueva York, las sinagogas iban a ofrecer una oración de duelo, inhabitual para un no judío. "Tuvimos la autorización de los rabinos ortodoxos para recitar el kadish, que es una oración especial. Era protestante, pero los rabinos lo harán por él", ha explicado el fundador de la Fundación Internacional Raoul-Wallenberg, Baruch Tenembaum.

En Budapest, se realizó el viernes una ceremonia oficial. "Quienes enfrentaron el odio, salvaron vidas, tal vez no pudieron parar el mar y la destrucción, pero hay que desear con fuerza que permanezcan en nuestra memoria", dijo el ministro de Recursos Humanos Zoltan Balog.

En el diario Dagens Nyheter, la ministra sueca de Relaciones Europeas Birgitta Ohlsson, declaró que Wallenberg fue un "símbolo de la tolerancia en una Europa donde los partidos xenófobos ganan terreno".