Rebeldes sirios capturan a un policía en Alepo. :: AFP
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Siria pone nervioso al vecino turco

El Ejército de Ankara inicia maniobras en la frontera, mientras los combates continúan en la ciudad norteña de Alepo y sus alrededores

ESTAMBUL. Actualizado: Guardar
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El Ejército turco inició ayer unas maniobras militares «de varios días de duración» en la zona fronteriza con Siria, concretamente frente a las regiones dominadas por las milicias kurdas. Unos 25 tanques del Ejército turco participaron en estos ejercicios, aunque de momento no hay indicios de que las fuerzas turcas vayan a entrar en el país vecino.

Numerosos analistas y políticos turcos han expresado en los últimos días el temor a que el noreste de Siria pueda convertirse en un santuario del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y en una base para sus ataques contra Turquía. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, advirtió ayer en un discurso televisado de que Turquía no tolerará «hechos consumados» en el norte de Siria y que reaccionará «activamente» contra amenazas a la seguridad del país.

La tensión en las fronteras crece a medida que los combates entre las fuerzas del régimen de El-Asad y los rebeldes se hacen más intensos. La ONU afirmó que sus observadores han podido confirmar que los opositores cuentan con armamento pesado «incluidos tanques» y reiteró su «honda preocupación» por el incremento de la violencia, tanto en Alepo como en otras zonas del país. Ajeno a la alarma internacional, Bashar el-Asad aprovechó el 67 aniversario de las Fuerzas Armadas para dar ánimos a sus tropas. El presidente elogió la lucha de las fuerzas gubernamentales contra las «bandas terroristas criminales», y les aseguró que la «batalla» que están librando «determinará el futuro del país».

La situación para la población que permanece en Alepo se está volviendo crítica, hasta el punto de que el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas envió ayer un cargamento para su distribución en la ciudad. También ayer Amnistía Internacional (AI) dio a conocer un informe basado en investigaciones realizadas en Alepo a finales de mayo pasado. En él, AI afirma que la ofensiva del régimen contra la ciudad era «predecible» porque supone la «culminación» de la «represión brutal contra las voces disidentes» que comenzó hace varios meses.

Petición de embargo

El informe cuenta cómo, de forma «habitual», las fuerzas gubernamentales y los 'shabiha' (milicianos leales al régimen de El-Asad) disparaban contra personas que protestaban pacíficamente, causando la muerte o hiriendo a manifestantes y transeúntes, incluidos niños, y luego perseguían a los heridos, a los médicos que los atendían y a activistas opositores.

La organización reclama al Consejo de Seguridad de la ONU que imponga un embargo de armas a Siria con el fin de que el Gobierno de El-Asad deje de recibir suministro. Pero también pide a «todos los gobiernos» que se están planteando proporcionar armas a los opositores, que primero «hagan una evaluación rigurosa» para «asegurarse de que no existe un alto riesgo de que esas armas se usen para cometer violaciones graves de los derechos humanos».

La brutalidad se documenta en ambos bandos, como refleja un video que circula estos días por YouTube en el que se muestra lo que parece ser la ejecución de cuatro hombres leales al presidente sirio, 'shabihas', y numerosos cadáveres de milicianos progubernamentales amontonados en una comisaría de Policía en Alepo. En otro vídeo un rebelde dice: «venid a ver los cadáveres de los que mueren por El-Asad», mientras la cámara muestra quince cuerpos en el interior de otra comisaría en la localidad de Nayrab.