El presidente del BCE, Mario Draghi, durante una conferencia de prensa en Fráncfort el pasado mes de noviembre. :: KAI PFAFFENBACH / REUTERS
Economia

El BCE decide hoy si saca su arsenal para defender a España e Italia

El Bundesbank insiste en su oposición a que compre deuda, mientras EE UU reclama una solución definitiva

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El suspense durará hasta el final. Con toda Europa pendiente de sus movimientos, el BCE deberá aclarar hoy si recurrirá a su inagotable arsenal de liquidez para proteger a España e Italia. El presidente de la entidad, Mario Draghi, proclamó la semana pasada que haría «todo lo necesario» para calmar a los mercados. Ha llegado la hora de que respalde sus palabras o se exponga a una peligrosa decepción en los parqués que podría devolver al Gobierno de Rajoy al umbral del rescate integral. El Bundesbank germano, halcón de la ortodoxia, intentó marcar ayer el camino al instituto emisor dejando claro que la compra de deuda no está dentro de sus competencias. En el extremo opuesto, EE UU reclamó medidas contundentes para atajar la desconfianza.

El Bundesbank acotó el campo de juego de cara la reunión de hoy del consejo del BCE mediante una entrevista con su presidente, Jens Weidmann, colgada en su página web. En ella, el responsable del banco central germano resaltó su posición privilegiada en el seno de la divisa común. A su juicio, solo por tratarse del organismo de mayor tamaño cuenta con «una voz más fuerte» que no debe desdeñarse. Weidmann remarcó que el emisor del euro no puede «sobrepasar su mandato». La advertencia implica que reactivar la compra de deuda debería descartarse porque limita la independencia del eurobanco y lo convierte en «un instrumento» de los países para lograr objetivos fiscales.

El jefe del Bundesbank, que el lunes se reunió con Draghi, recordó que lo «políticamente deseable» no siempre coincide con lo «económicamente prudente». Inclusó, subrayó que los políticos «sobreestiman» al BCE y «esperan demasiado» de sus decisiones. La oposición del antiguo emisor del marco a adquirir bonos es conocida y en algunos momentos ha alcanzado cotas delicadas. El año pasado, con Jean-Claude Trichet al frente del BCE, tanto el presidente del Bundesbank como el representante alemán en el eurobanco dimitieron por la compra de deuda.

Draghi también siente la presión de los que se encuentran en el vértice opuesto. El secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner, reclamó que se eviten nuevos retrasos y abogó por dar los pasos necesarios para aliviar la tensión sobre España e Italia, dos países en pleno «proceso de reformas». EE UU contempla los problemas en Europa como una amenaza creciente para su economía, que sigue sin arrancar a las puertas de las elecciones de noviembre.

Entre los líderes europeos, uno de los más activos en busca del respaldo del BCE es Mario Monti. El líder italiano arrancó ayer en Finlandia un importante apoyo para que se intervenga en los mercados. El primer ministro Jyrki Katainen admitió que los parqués «no están funcionando correctamente». «Una vez que los países han hecho los deberes, las medidas adoptadas deberían tener un efecto inmediato sobre sus primas de riesgo, lo que no está ocurriendo», concedió. Pero se opuso al uso intensivo del fondo de rescate para comprar deuda.

Katainen evocó la idea que más cuerpo ha cobrado para proteger a España e Italia. Espoleada por el propio Draghi, consistiría en que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) forme tándem con el BCE para comprar deuda. El FEEF, que cuenta con 150.000 millones, acudiría a las subastas del mercado primario, mientras que la potencia de fuego del emisor se reservaría para el secundario, donde se requiere mucho más dinero. De acuerdo a esta estrategia, el apoyo a un país estaría vigilado estrechamente por los socios del euro, dueños del mecanismo de emergencia y que controlarían todos los ajustes del gobierno beneficiario para evitar descuidos.

Cautela en las Bolsas

El plan pinta bien, pero no hay dudas de que el BCE esté preparado para semejante salto. Tampoco se descarta que la estrategia necesite un mayor tiempo de maduración, lo que podría disparar la inestabilidad en los mercados. Ayer, la cautela mandó en las principales plazas europeas. El Ibex-35 cerró con un retroceso del 0,27%, mientras que la prima de riesgo se relajó ligeramente hasta acabar en 536 puntos.

Algunos analistas creen que el anuncio de Draghi de la semana pasada, el más contundente desde que ocupa el cargo, buscaba provocar un debate interno para forzar una decisión en la reunión de hoy. «La cita es para moderse la uñas», reflejaba el 'Financial Times' ante la falta de pistas que reina entre los expertos.