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El colectivo de Afectados por la Hipoteca apoya a la familia que plantó cara al banco
Unos vecinos de Fuente Amarga debían haber entregado las llaves de su piso en la mañana de ayer a la entidad porque tenían una orden de desahucio
CHICLANA. Actualizado: GuardarEn la mañana de ayer, Elíseo Cisneros, Rocío Medina y sus dos hijas, de 15 y 20 años, debían abandonar su vivienda de Fuente Amarga y entregar las llaves a la sucursal de Banesto. Sin embargo, decidieron hacer frente a la entidad bancaria y no lo hicieron. Por eso, contaron durante toda la mañana con el apoyo de familiares, amigos, vecinos y la Asociación de Afectados por la Hipoteca. Todos ellos, se mantuvieron concentrados a las puertas del número 4 de la calle valencia en un acto de repulsa hacia los desahucios y en petición de la dación en pago o alquiler social para mitigar los daños de las familias afectadas.
Desde el 14 de febrero de 2006 lleva esta familia residiendo en este piso, «es el regalo de San Valentín que nos hicimos hace unos años», añadió Elíseo. Pero, en poco tiempo, unos tres años, tanto él como Rocío quedaron desempleados. «Tuvimos que refinanciar la hipoteca y, desde entonces, la hemos estado pagando con los subsidios», añadió ésta última.
El problema se agravó cuando, si ya más recursos y como última opción, tuvieron que dejar de pagar la hipoteca en noviembre. En este caso, el banco ha utilizado la vía notarial para ejecutar este lanzamiento, por lo que su rapidez ha sido máxima. La mayoría de desahucios tardan unos tres años en ser ejecutados desde el primer mes que el propietario deja de pagar.
Ahora, Elíseo y Rocío esperan noticias del banco para saber cómo actuar porque al ser un proceso extrajudicial, no tienen derecho a abogado de oficio. Sin embargo, Juan José Sánchez, presidente de Afectados por la Hipoteca, señaló que lo más posible es que con la llegada de agosto, «no haya novedades hasta septiembre».
Aún así, la familia afectada se siente «impotente» y, tras varias conversaciones con el delegado municipal de Vivienda, Andrés Núñez, esperan encontrar alguna solución, «porque no tenemos a dónde ir si nos echan y no nos podemos quedar en la calle», afirmó Rocío Medina.