Hallan un cadáver decapitado en un piso de Zaragoza

Un exmilitar español de mediana edad que sirvió como 'casco azul' en el Ejército y estuvo destinado en Huesca ha aparecido decapitado en su piso de la calle Conde de Aranda de Zaragoza en un extraño suceso que investiga la Policía.

Fuentes próximas a la investigación han confirmado que se trata de un varón y han indicado que la Policía baraja las hipótesis de un accidente por una explosión, suicidio u homicidio. La Policía mantiene el hermetismo, aunque las fuentes consultadas han señalado que la vivienda se encontraba "muy sucia", pero no han podido precisar si había indicios de homicidio o huellas de algún tipo de explosión, dado que el fallecido, por su condición de exmilitar, podría disponer de este tipo de artefactos. La víctima llevaba muerta más de quince días por lo menos, ya que el cadáver se ha encontrado en "avanzado estado de descomposición", según las citadas fuentes.

Un vecino del inmueble, en el número 30 de la calle Conde de Aranda donde la víctima vivía en el tercer piso, ha relatado a los periodistas que él mismo llamó a la Policía local ante el fuerte olor que se percibía en el edificio, ocupado por nueve vecinos, todos ellos españoles.

José Manuel Marín, que lleva 27 años viviendo en el inmueble con su esposa, ha explicado que desde hace unos quince días el patio interior y la escalera "olían mal". Ha agregado que se percibía un fuerte mal olor "particularmente por las tardes" en la parte alta del inmueble, pero hace unos tres días "comenzó a bajar y cada día iba a más. Pensamos que era una bolsa de basura".

A la espera de la autopsia

Marín, que es el presidente de la comunidad de vecinos, ha relatado a los periodistas que la persona fallecida "tenía una pareja, con la que tuvo un crío", pero a ambos no se les volvió a ver desde las pasadas Navidades. "Era muy huraño; no hablaba con nadie", ha resumido Marín, quien ha precisado que, incluso, "subía y bajaba las escaleras sin encender la luz; era muy raro" y nunca acudió a las reuniones de vecinos, en su calidad de propietario de su piso, que compró "hace unos tres o cuatro años".

Marín ha identificado a la víctima como Iván C.M., de "unos 34 o 35 años", aunque los bomberos han señalado que era un hombre de unos 50 años. Las fuentes policiales consultadas han indicado que se desconoce oficialmente la identidad de la víctima, algo que deberán revelar los análisis de las huellas dactilares y las pruebas de ADN. El cadáver ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia, que será la que deberá determinar las causas de la muerte.