La muerte de Payá fue un accidente, dicen los jóvenes que iban en el coche
LA HABANA.Actualizado:El español Ángel Carromero y el sueco Jens Aron Moding, implicados en el accidente en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, negaron la participación de otro vehículo en el siniestro y confirmaron que el objetivo de su viaje era reunirse con el fundador del Movimiento Cristiano de Liberación y entregarle 4.000 euros, ayudarle a trasladarse por la isla y colaborar con la rama juvenil del grupo opositor católico.
El Gobierno cubano busca aclarar qué hacían en Cuba el presidente de la Juventud Democratacristiana y miembro del Partido Democratacristiano sueco y el vicesecretario general de Nuevas Generaciones del Partido Popular, para despejar dudas tras la denuncia de la familia Payá de que fue un atentado.
Las autoridades convocaron una rueda de prensa con Moding como testigo del accidente. Antes se exhibió un vídeo con declaraciones del sueco, de Carromero y de un testigo que ayudó a rescatar a los heridos en el accidente del coche que salió de La Habana hacia Santiago a las 6.00 horas del domingo 22. A las 13.50 se estrellaron en Bayamo (a unos 800 kilómetros) por exceso de velocidad.
Moding y Carromero habían llegado el día 19 con visado de turista. En Cuba es delito entrar con ese permiso y realizar actividades políticas con las personas que el régimen considera contrarrevolucionarias. Por algo parecido, el contratista estadounidense Alan Gross cumple 15 años de prisión. Pero ni Moding ni Carromero tienen, por ahora, cargos en su contra.
Moding, nervioso, dijo desconocer que era ilegal reunirse con opositores y negó haber pasado mensajes a Estocolmo relatando que un coche los había embestido, como sostiene Ofelia Acevedo, viuda de Payá. Explicó que contó a su familiares y amigos que «se encontraba bien del accidente», pero que tenía «vagos recuerdos».
«Quiero disculparme por venir a este país a realizar actividades ilícitas», afirmó, lo que podría ser un atenuante para que salga del problema sin mayores consecuencias. Agregó que le «han tratado bien» pero dijo desconocer cuando podría regresar a su país.
Por su parte, Carromero comentó: «Pido a la comunidad internacional que, por favor, se centre en sacarme de aquí y no utilice un accidente de trafico, como le podía haber pasado a cualquier persona, con fines políticos». Agregó que no podía precisar la velocidad que llevaban antes de perder el control, pero aseguró que «ningún vehículo» les dio «por la parte trasera». Para él, la situación puede ser más complicada porque hay un suceso que ha derivado en la muerte de dos personas, que el código penal castiga hasta con 10 años.