Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
ESPAÑA

Cataluña no paga a las residencias de ancianos y discapacitados

La falta de liquidez puede llevar durante el verano a miles de entidades sociales al colapso económico

CRISTIAN REINO
BARCELONA.Actualizado:

Cientos de centros y residencias de discapacitados, ancianos y enfermos mentales de Cataluña están al borde del colapso. La situación de extrema gravedad en la que se encuentran las cuentas públicas de la Generalitat catalana le han llevado a tomar una decisión sin precedentes: en el mes de julio no podrá pagar los conciertos que tiene establecidos con esas entidades sociales.

Los perjuicios serán fatales, denuncian los afectados. «Tendrá consecuencias inevitables sobre la atención a muchos usuarios y familias y sobre la calidad de los servicios», expresaron ayer las cerca de 4.000 entidades sociales catalanas, agrupadas en la llamada mesa del tercer sector. «La vulnerabilidad y los bajos ingresos de la mayor parte de las personas y las familias que atienden las entidades hacen aún más preocupante esta situación, porque generalmente no disponen de otros recursos ni alternativas para atender sus necesidades básicas», añadieron.

Las entidades comunicaron la semana pasada a la Fiscalía Provincial de Barcelona la posible «desatención» de los ancianos y discapacitados ingresados en residencias concertadas y de situaciones asistenciales «críticas», especialmente para los grandes dependientes debido a las previsibles carencias de equipos humanos y materiales que se producirían de confirmarse los impagos. En principio, este problema de liquidez de la Generalitat se limitará solo al mes de julio. La Consejería de Bienestar Social y Familia, que ayer se reunió con representantes de las entidades, les garantizó el pago de los conciertos de agosto, pero no supo concretarles cuándo podrá hacer efectivo los de julio.

La consecuencia más directa de este problema de tesorería afectará a unos 100.000 trabajadores, que se quedarán sin la nómina de julio, justo en un momento en que las organizaciones sociales tienen dificultades para percibir las subvenciones públicas y también para obtener financiación de los bancos.