Disculpas honestas pero tardías
Al comité de empresa de la concesionaria de limpieza le honra pedir perdón, dimitir y rectificar pero habría ahorrado el daño causado si hubiera adoptado la decisión de acudir a la Justicia desde el principio
Actualizado:La huelga de recogida de basuras que los ciudadanos de Cádiz y los visitantes a la ciudad han tenido que soportar durante cinco días ha tenido un final sorprendente. Es común que este tipo de conflictos se resuelvan antes de que transcurra una semana, en una asamblea nocturna. Lo que no resulta convencional es que los convocantes de la protesta la paralicen sin obtener ninguna mejora laboral a cambio, entre disculpas y anunciando su dimisión tras reconocer que no han sabido elegir el cómo ni el cuándo de la movilización.
A los huelguistas les honra pedir perdón y admitir sus errores aunque el daño que han hecho a la imagen de la ciudad ya está hecho, además durante una convocatoria de éxito asombros, la Gran Regata 2012, en la que muchos miles de ciudadanos, también trabajadores, se jugaban los ingresos de todo el mes y, quizás, de casi todo el verano.
Para el viaje que han hecho los sindicalistas del dimisionario comité de empresa de Sufi-Cointer no hacían falta alforjas y mucho menos desparramar todos los desperdicios que contenían. La decisión de acudir a la Justicia para que decida si la subida salarial prometida debe ejecutarse o no parece mucho más sensato que secuestrar a una ciudad.
El mayor pero llega al recordar que esa idea pudo ser abrazada antes de iniciar la huelga con lo que los ciudadanos se habrían ahorrado enormes molestias que han estado a punto de acabar en amenaza contra la sanidad pública.
Bien harían todas las partes en aprovechar esta tregua para solventar el conflicto completamente y en su raiz para que los gaditanos se ahorren futuros hedores en las calles.